Apenas le quitaron la cadena y libres le dejaron pies y mano, cuando la espada criminal desfrena, y riega con villana sangre el llano. No lanza o pica la matanza frena; que inerme viene el séquito villano.
No es que de aquella tapada de incivil ni de villano, de desdeñoso o liviano el exterior tenga nada, no; su figura velada es atractiva, es simpática, su mano es aristocrática, si persona exhala esencia de rosas… mas su presencia le es a García antipática.
Dejo á los zoilos de pacotilla y á los envidiosos de aldehuela en su derecho para amargar con la ponzoña de una crítica intemperante, toda la miel que de mi pluma destile. Eso es digno de crítico villano, como es digno el cadáver del gusano.
Lloró, suplicó, rogó, Resistió... mas todo en vano; Delante el vulgo villano A fuerza se presentó. Y estaba la estancia llena De vil y soez canalla Que siempre deleites halla En la pesadumbre agena.
Ni permitas que Alarcón me tenga por falso amigo, pues de lo que hablé contigo vió nacer tu indignación; con que es forzoso entender que ingrato y villano soy, pues quito tu favor hoy a quien vida me dió ayer.
– ¡Qué! ¡Eso fue ayer! Villano, debes de haber ido al infierno por esto. – Lo obtuve del padre de Vuestra Excelencia, si está en el infierno o en el cielo no lo sé.
Acuérdome que un día deshonré en mi tierra a un oficial, y quise ponerle las manos, porque cada vez que le topaba me decía: ¡Mantenga Dios a vuestra merced.! ¡Vos, don villano ruin -le dije yo- ¡ ¿por qué no sois bien criado?
El siervo de la gleba se vio exaltado a miembro del municipio sin salir de la servidumbre, como el villano convertido en burgués bajo el yugo del absolutismo feudal.
Eustaquio tomó de pronto una decisión; pues un cobarde que pierde la cabeza es como un villano que se pone a despilfarrar llevando las situaciones al extremo, y, además, se había propuesto dar la cara por una vez ante su esposa, que quizá sentía poco respeto por él viéndole durante muchos días servir de fantoche al militar, con la diferencia de que el fantoche devuelve alguno de los golpes que recibe.
Allí, en tropel confuso, los histriones con la careta cómica, ora al viejo lascivo remedaban o a la esclava astuta y corruptora, al pendenciero legionario, a la impura cortesana de los suburbios, al villano ebrio y al codicioso mercader, que pueblan las fábulas de Plauto y de Terencio.
DOÑA BERNARDA Pues, bárbaro, ¿qué me importa a mí que ese forastero sea villano o caballero, con la hacienda larga o corta, con dama que quiera o no?
WALTHER FURST.––Dadle vuestra mano; vuelve a nosotros, y merece que confíenos en él. MELCHTHAL.––Habéis tratado con desdén al villano.