Una de las grandes dificultades de Kiarostami fue su director de fotografía, el cual no era capaz de madrugar ni trasnochar, por sus problemas con el alcohol.
La juventud y sus fiestas tienen otra filosofía y se pasan los veranos dándosela buena vida. Las fiestas son "sagrás", en detalles no voy a entrar, pero si algo nos gusta, por las noches es trasnochar.
Sin embargo, como era necesario arrancarlo al sueño, mortal para los que padecen aquel accidente, híceme sorda a su llanto y le anuncié la resolución de trasnochar, a fin de ganar el tiempo perdido.
Quien no sabe de mal no sabe de bien. Si te da el pobre, es porque más tome. Trasnochar y madrugar no caben en un costal. Súfrase quien penas tiene, que tiempo tras tiempo viene.