- sentenció la Oruga. - ¿Es eso todo? - preguntó Alicia, tragándose la rabia lo mejor que pudo. - No - dijo la Oruga. Alicia decidió que sería mejor esperar, ya que no tenía otra cosa que hacer, y ver si la Oruga decía por fin algo que mereciera la pena.
La fastidiosa infección en un dedo que me tuvo tres días febril e impaciente, fue para ellas una absoluta prueba de la
rabia que comenzaba, de donde su consternación, más angustiosa por furtiva.
Horacio Quiroga
Y yo, que me siento mordido por algo más doloroso y en el sitio más sensible, llámesele corazón, alma o como se quiera, yo que he sido mordido y estoy herido por los discursos de la filosofía, cuyos dardos son más acerados que el dardo de una víbora, cuando alcanzan a un alma joven y bien nacida y la hacen decir o hacer mil cosas extravagantes; viendo en derredor mío a Phaidros, Agatón, Eryximacos, Pausanias y Aristodemos, sin contar a Sócrates y a los otros, afectados como yo de la locura y la rabia de la filosofía, no cavilo en proseguir delante de vosotros el relato de aquella noche, porque sabréis excusar mis actos y a todo hombre profano y al sin cultura cerradle con triple candado los oídos.
A las ocho, y a cuatro cuadras de casa, un transeúnte mató de un tiro de revólver al perro negro que trotaba en inequívoco estado de
rabia.
Horacio Quiroga
—Atenlo primero —exclamó el Juez. —Está rugiendo de
rabia —articuló un sayón. En un momento liaron sus piernas en ángulo a los cuatro pies de la mesa volcando su cuerpo boca abajo.
Esteban Echeverría
Tantos buenos partidos que te rondan y los desprecias por estar esperando a tu famoso heroecito, para que luego, a lo mejor, vaya a salirte con la tontería que ya no te quiere o que es de los otros. Yo que tú... - ¡Qué
rabia! ¡Esos elogios me los merezco yo!
Antonio Domínguez Hidalgo
TEZCATLIPOCA, con cierta rabia, miraba el éxito de QUETZALCOATL, una serpiente que se había emplumado, la inteligencia que se había alimentado inclusive de la propia memoria del espejo ahumeante.
63 Sobre los altos mares llevado Atis en rápida balsa, cuando el frigio bosque con su pie, por el deseo excitado, tocó y se acercó a los opacos, de espesuras coronados lugares de la diosa, aguijado allí por enfurecedora rabia...
De ese modo, tras la quietud muelle, sin arrebatada rabia, una vez que ella en su pecho, Atis, sus hechos remembró, 45 y con clara mente vio sin qué y dónde estaba, con ánimo bullente de nuevo de regreso a los vados fue.
Algunos prolongan el término más allá de los doscientos años. —¿Y por qué vivimos mucho menos?—pregunta con
rabia el egoísmo humano.
Vicente Blasco Ibáñez
Mi mujer y mi madre han festejado el fausto acontecimiento de un modo particular: contándome, punto por punto, todos los terrores que han sufrido sin hacérmelo ver. El más insignificante desgano mío las sumía en mortal angustia: ¡Es la
rabia que comienza!
Horacio Quiroga
Los sayones quedaron inmóviles y los espectadores estupefactos. —Reventó de
rabia el salvaje unitario —dijo uno. —Tenía un río de sangre en las venas —articuló otro.
Esteban Echeverría