- ¡Y esta noche da de cenar a todos los jefes! - ¡Oíd qué algazara traen! ¡Pues no gritan "¡viva el Emperador!" -
Paciencia.... (murmuró el fraile.) Todavía es muy temprano.
Pedro Antonio de Alarcón
Pero no se sentía él mismo con ánimo suficiente para barrer el patio, tarea científica, radial, circular y exclusivamente femenina, que, a pesar de saberla Subercasaux base del bienestar en los ranchos del monte, sobrepasaba su
paciencia.
Horacio Quiroga
Yo, Cayo, no trazo conjura; antes formo tribunal; a ser jueces convoco los amigos, no a ser conjurados. La ira, ¡oh Ligario!, quema el entendimiento, no le alumbra; y la paciencia, que obliga a los buenos, anima a los malos.
Pero en el centro del jardín crecía un rosal todo lleno de flores, y a su abrigo vivía un caracol que llevaba todo un mundo dentro de su caparazón, pues se llevaba a sí mismo. -¡
Paciencia!
Hans Christian Andersen
-protestó con aspereza la Cangrejita-. ¡Eres capaz de acabar con la paciencia de una ostra! - ¡Ojalá estuviera aquí Dina con nosotros!
La clase de Español se caracteriza por su relevancia instrumental y hablar de Gramática en su sentido tradicional, ese que aprendieron nuestros abuelos y nuestros padres hasta exclamar que era la “ciencia que quita la paciencia y no enseña nada”, como para reincorporarla a los estudios de nuestra área en primaria o secundaria de acuerdo con el enseñar ya reprobado, es aberrante y contradictorio.
Sócrates: Es decir, que me oirás con gusto, puesto que tienes deseo de saber cómo pienso; voy, pues, a hablarte como a un hombre que tendrá la paciencia de escucharme, y que no tratará de librarse de mí.
El ánimo llega con la paciencia a despreciar el poder de los males; y si quisieres saber lo que él podía obrar en nosotros, considera las naciones donde ha puesto sus límites la paz romana: quiero decir los alemanes, y las demás gentes que andan vagantes en las riberas del Danubio, siempre los oprime un perpetuo invierno y un anublado cielo: y sustentándolos escasamente el estéril suelo, y defiéndense por las lluvias en chozas cubiertas de ramas y hojas; bailan sobre las lagunas endurecidas con el hielo, y para sustentarse cazan las fieras.
Van muy alborotadas, Arrastrando tras ellas A otra hormiga que tiene Tronchadas las antenas. El caracol exclama: Hormiguitas, paciencia.
¿No se te ha ocurrido que puede ser un castigo de..., de tu... ligereza? Recíbelo así; a título de castigo. Ten
paciencia. A serenarse, y a vivir mejor desde ahora. ¿Eh?
Emilia Pardo Bazán
Vaya..., vaya.... ¡No nos tiente V. la
paciencia! El pobre padre se alejó llorando, y a poco desapareció. Media hora había transcurrido, empleada por los ladrones en jurarse unos a otros no decir nunca a su capitán que habían perdonado la vida a un hombre, cuando de pronto apareció Parrón, trayendo al segador en la grupa de su yegua.
Pedro Antonio de Alarcón
Tal es, imparcialmente retratado, nuestro famoso Capitán Veneno; por lo que suplico a usted tenga
paciencia para aguantarlo algunas semanas, en la seguridad de que yo sabré agradecer todo lo que hagan ustedes por su salud y por su vida, como si lo hicieran por mí mismo.
Pedro Antonio de Alarcón