Iba casi pisándole los talones, pero, cuando dobló a su vez el recodo, no vio al Conejo por ninguna parte. Se encontró en un vestíbulo amplio y bajo, iluminado por una hilera de lámparas que colgaban del techo.
Vio el horno ardiente de la fábrica donde, soplando, le habían dado vida; recordó que hacía un calor sofocante en aquel horno estrepitoso, lugar de su nacimiento; que mirando a sus honduras le habían entrado ganas de saltar de nuevo a ellas, pero que, poco a poco, al irse enfriando, se fue sintiendo bien y a gusto en su nuevo sitio, en 
hilera con un regimiento entero de hermanos y hermanas, nacidas todas en el mismo horno, aunque unas destinadas a contener champaña y otras cerveza, lo cual no era poca diferencia.
Hans Christian Andersen
Durante algún tiempo el jovencito cingalés rapó barbas en medio de la calle; luego, mediante algunas monedas de plata, echó al conserje del Bazar de los Sederos, y un día se le vio instalar su sillón frente mismo a la tienda de Mahomet, y poner en 
hilera, sobre una mesita de cerezo, sus cortantes navajas.
Roberto Arlt
Solos, dos agentes de policía paseaban cerca de la parada de coches de caballos y, por la calzada iluminada apenas por las farolas de gas que parecían moribundas, una hilera de vehículos cargados con legumbres se dirigía hacia el mercado de Les Halles.
Casaca corta sin solapa, y abrochada por una hilera de botones tendidos, forro, pantalón, y botines azul turquí, chaleco blanco, cuello y vueltas celestes.
Acullá se veían acurrucadas en 
hilera cuatrocientas negras destejiendo sobre las faldas el ovillo y arrancando uno a uno los sebitos que el avaro cuchillo del carnicero había dejado en la tripa como rezagados, al paso que otras vaciaban panzas y vejigas y las henchían de aire de sus pulmones para depositar en ellas, luego de secas, la achura.
Esteban Echeverría
El pueblo refunfuñaba, y poniendo cara de vinagre agachó la cabeza y pasó por el aro; mientras que los hombres de palacio, satisfechos de su coraje para imponer la ley a la chusma, se pusieron, como dice la copla del coup de nez, ::«en la nariz el pulgar ::y los demás en 
hilera, ::y...
Ricardo Palma
Los hachones de viento eran ya los solos que nos alumbraban en tan penoso paso, y el ver su rojizo y ondulante resplandor, que abultaba las sombras de la montaña; los rudos semblantes y los toscos miembros de los guías y la larga 
hilera que formaba la caravana, trepando aquellos recuestos, y el oír los agudos gritos con que nos llamábamos unos a otros, y las maldiciones y reniegos de los que tropezaban, y los alaridos y palabrazas con que nos animaban y se animaban a sí mismos los hombres de la montaña, y los jayanes de las portantinas, y la hora y el sitio a donde con tanta fatiga nos dirigíamos, formaban un todo satánico y aterrador, que no parecía escena de este mundo.
Ángel de Saavedra
Las casuchas se tocaban, y era tan reducido el espacio que mediaba entre una 
hilera y la de enfrente, que en verano solían tender una cuerda desde un tenducho al opuesto; toda la calle olía a pimienta, azafrán y jengibre.
Hans Christian Andersen
(Alicia había ido a la playa una sola vez en su vida, y había llegado a la conclusión general de que, fuera uno a donde fuera, la costa inglesa estaba siempre llena de casetas de bano, niños jugando con palas en la arena, después una hilera de casas y detrás una estación de ferrocarril.) Sin embargo, pronto comprendió que estaba en el charco de lágrimas que había derramado cuando medía casi tres metros de estatura.
Dentro de su cuerpo una tensión misteriosa le asfixiaba, retorciéndole fibra por fibra; de su enemigo ahora sólo distinguía la doble 
hilera brillante de los blancos dientes; y, de pronto, al sentir el frío acero rozando su piel, un dolor tan atroz, como si fuera un dolor de muelas en el corazón, le paralizó la respiración.
Roberto Arlt
Subió la amplia escalera recta, con balaustrada de madera, que conducía al corredor pavimentado de losas polvorientas al que daban varias habitaciones en hilera, como en los monasterios o las posadas.