Don Carlos, sentándose a descansar, me dijo con amable ironía: —Bradomín, sabes que esta noche me han hablado con horror de ti...
Era tan refrescante que mi ánimo se fortaleció. Regresé entonces al lugar donde había comido y me senté a intentar descansar con placidez.
Los tiranos son grandes estudiantes de los semblantes; y el pueblo, cuando reinan, espía con atención las señas exteriores, para descansar la curiosidad ansiosa sin riesgo.
- Y, a pesar de todo, ¡qué cachorrito tan mono era! - dijo Alicia, mientras se apoyaba contra una campanilla para descansar y se abanicaba con una de sus hojas- .
Que a su sombra llegue a descansar la juventud venidera, del mismo modo de nosotros, de esa terrible lucha que el hombre mantiene en su interior entre la duda y la verdad.
Por eso, cuando lo vimos tan decaído, pensamos que se encontraba delicado de salud. íbamos a
descansar en estos momentos, mas preferimos ayudarlo.
Antonio Domínguez Hidalgo
Sin la preocupación cotidiana de levantarse temprano, sobre todo en el invierno, con la frialdad de sus bofetadas, con el estruendo de su helada piel. Y
descansar, dormir un poco más...
Antonio Domínguez Hidalgo
Te deseo la libre disposición de ti mismo y que tu alma, agitada por vanas fantasías, pueda por fin descansar y afirmarse, que se complazca en ella misma y entendiendo los verdaderos bienes, entender los cuales es tanto como poseerlos, no añade ningún aumento de un número de años.
Estos hombres-bestias, estos seres bárbaros, que apenas habían acostumbrado su columna vertebral a la verticalidad, sintiendo la atracción, por la longitud de sus brazos, a volver a
descansar sobre las cuatro patas, son los grandes inventores que yo admiro, los Inolvidables bienhechores de la Humanidad.
Vicente Blasco Ibáñez
En su libro El largo camino hacia la libertad, Nelson Mandela, el símbolo de nuestra lucha, hizo esta fundamental observación: "He hecho una pausa para descansar, para poder contemplar el maravilloso panorama que me rodea, para recordar el camino andado.
¡Oasis dulcificante, manantial en el desierto, frescura en el infierno citadino! ¡Adiós a la pena diaria! Y
descansar...
descansar...
Antonio Domínguez Hidalgo
Pero sólo puedo descansar un momento, pues con la libertad vienen las responsabilidades y no puedo detenerme hasta llegar al final del camino".