Alonso de Enderica. Juan Meléndez. Juan Antonio de Vargas. Juan Alonso Cerezo. Don Juan de Mariscal. Blas García de la Peña. Andrés de Enderica.
Durante algún tiempo el jovencito cingalés rapó barbas en medio de la calle; luego, mediante algunas monedas de plata, echó al conserje del Bazar de los Sederos, y un día se le vio instalar su sillón frente mismo a la tienda de Mahomet, y poner en hilera, sobre una mesita de
cerezo, sus cortantes navajas.
Roberto Arlt
Sé que esta visión de México coincide con la de las naciones latinoamericanas; quiero saludar aquí a los destacados jefes de Estado y de gobierno de la República Argentina, doctor Raúl Alfonsín; de Belice, señor Manuel Esquivel; de Colombia, doctor Virgilio Barco; de Cuba, comandante Fidel Castro; de Honduras, ingeniero José Simón Azcona; de El Salvador, ingeniero José Napoleón Duarte; de Guatemala, licenciado Vinicio Cerezo, y de Nicaragua, comandante Daniel Ortega, su presencia en nuestro país ratifica una voluntad de afianzar los acercamientos y abrir paso a una nueva etapa de integración entre nuestras naciones.
En vez de calmarse con la disculpa, el señor Arcediano se subió más al
cerezo, y prosiguió gritando: — He mandado que se vaya esa mujer irreligiosa...
Ricardo Palma
Guanábano.- Las guanábanas, frutas del árbol llamado así, son mayores que grandes piñas, y tan grandes como melones, verdes en la corteza y lo/ interior blanco. Cerezo.- El gusto es entre agrio y dulce.
El cerezo da un fruto encarnado y blanco y del tamaño de una avellana; es de buen gusto pero muy dañoso. El que llaman ciruelo es árbol grande, dicen que como un naranjo; la fruta encarnada, del tamaño de una castaña, es suave y dulce con exceso.
Enrique Jackson Ramírez, Presidente.- Dip. Adela Cerezo Bautista, Secretaria.- Sen. Rafael Melgoza Radillo, Secretario.- Rúbricas".
En el seno de nácar de la tridacne, dentro del agua blanca, movida, monstruos de esmalte turquí y bermejo nadaban lentamente, y en el cáliz de las flores del
cerezo, gotas de humedad refulgían al sol.
Emilia Pardo Bazán
Castellanos Cortés, Secretario.- Dip. Adela Cerezo Bautista, Secretario.- Rúbricas". En cumplimiento de lo dispuesto por la fracción I del Artículo 89 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y para su debida publicación y observancia, expido el presente Decreto en la Residencia del Poder Ejecutivo Federal, en la Ciudad de México, Distrito Federal, a los diez días del mes de marzo de dos mil tres.- Vicente Fox Quesada.- Rúbrica.- El Secretario de Gobernación, Santiago Creel Miranda.- Rúbrica.
Era aficionado a ellas con locura, y con ser tantas las que pesaban en las ramas de un cerezo que había delante de su casa, llevaba la cuenta de ellas, comiéndose todos los días las que estaban más maduras, no sin que algunas veces, por falta de medida en el comer, que todo la requiere en este mundo, y por pecar de goloso, que es cosa fea como todo pecado, hallaba en éste la penitencia y lo purgaba con indigestiones.
No señor, no me venga con cumbiangas, porque o se casa usted, o lo hago charquicán. — Hombre, no sea usted súpito, don Macario, ni se suba tanto al
cerezo; óigame usted, con flema, pero en secreto.
Ricardo Palma
En alas de la brisa Del luminoso Agosto, blanca, inquieta A la región de las errantes nubes Hacer que se levante la cometa En húmeda mañana; Con el vestido nuevo hecho jirones, En las ramas gomosas del
cerezo El nido sorprender de copetones; Escuchar de la abuela Las sencillas historias peregrinas; Perseguir las errantes golondrinas, Abandonar la escuela Y organizar horrísona batalla En donde hacen las piedras de metralla Y el ajado pañuelo de bandera; Componer el pesebre De los silos del monte levantados; Tras el largo paseo bullicioso Traer la grama leve, Los corales, el musgo codiciado.
José Asunción Silva