Aquí viven congéneres míos. Voy a dar una vueltecita por si me
topo con alguien con quien se pueda alternar. Soy persona respetable, éste es mi orgullo.
Hans Christian Andersen
Un velón alumbraba sobre la mesa, la cama aparecía cubierta por rica piel de topo, y el brasero, colocado entre dos sillas de campaña, ardía con encenizados fulgores.
No supo la reina a quien se refería su hijo, y habiéndolo preguntado, le contestaron: -¡Cielo santo! Pellejo de asno es, señora, un negro topo más asqueroso que el más sucio pinche de cocina.
Por lo que hace a la casa, estaba cerrada herméticamente; y en toda la extensión que alcanzaba la vista no se distinguían más seres vivientes que el cazador, la miruella y un hombre que cerca de la casa esparcía toperas en un prado, y acechaba de cuando en cuando las operaciones del topo, a cuya caza andaba.
-Apuesto mi titulo de conde contra todo lo que llevo perdido en la tarde. -
Topo -contestó el minero- y enganche, pariente. Y los adversarios se dieron una empuñada coram pópulo.
Ricardo Palma
Al hombre, más débil y más inerme que el cordero, el espíritu, convertido en herrero y en pirotécnico, le ha dado armas y fuerzas mil veces mayores que las del león; al hombre, más desnudo que el perro chino, el espíritu convertido en tejedor, en sastre, en zapatero y en sombrerero, le ha vestido más primorosos trajes que al pavón, al colibrí y al papagayo; al hombre, poco más listo que el topo ó el mochuelo en punto á ver...
En El Cairo podría reorganizar el servicio de espionaje del movi-miento, que había sido quebrado por numerosas detenciones. "Leonesa entraba y salía de su redondo escondite negro como un
topo de las galerías subterráneas.
Roberto Arlt
BRÍGIDA Ésta, Cristina amiga, no sólo es ventura, sino venturón llovido. ¡Desdichada de mí, y qué desgraciada que soy, que nunca
topo quien me dé un jarro de agua sin que me cueste mi trabajo primero!
Miguel de Cervantes
29 Y estos tendréis por inmundos de los reptiles que van arrastrando sobre la tierra: la comadreja, y el ratón, y la rana según su especie, 30 Y el erizo, y el lagarto, y el caracol, y la babosa, y el topo.
Se debe, sí, constatar que desde los primeros albores de la Conquista, los blancos hicieron del indio una raza sociológica, o más bien, una casta ínfima de donde siguen extrayendo el buey de las haciendas, el topo de las minas y la carnaza de los cuarteles.
No se trata de lanzarnos hoy mismo, débiles y pobres, a una guerra torpe y descabellada, ni de improvisar en pocos días toda una escuadra y todo un ejército; se pide el trabajo subterráneo y minucioso, algo así como una labor de topo y de hormiga: reunir dinero, sol por sol, centavo por centavo; adquirir elementos de guerra, cañón por cañón, rifle por rifle, hasta cápsula por cápsula.
JULIÁN ¡Ah tinterillos sotretas todo se les va en plumiar, y al último pa peliar son como carne e paleta! Si topo alguno ladiao será tan sólo mi gusto el darle un machaso susto pa verlo desesperao.