Sobre el ojo izquierdo le colgaba un gran mechón que le salía de un
lunar; no puede decirse que lo embelleciera, pero al menos servía para identificarlo fácilmente.
Hans Christian Andersen
Los primeros, los de Brujo del Envoltorio. Brujo Nocturno, Guarda-Botín, Brujo Lunar, quienes se regocijaron. “He aquí que hemos encontrado al fin lo que se buscaba” dijeron.
Brujo Nocturno. Guarda-Botín, Brujo Lunar, se regocijaron y después se calentaron. He aquí que, también se había apagado el fuego de las tribus; éstas se morían de frío; entonces fueron a pedir fuego a Brujo del Envoltorio, Brujo Nocturno, Guarda Botín.
Brujo Lunar. Intolerables sus sufrimientos por el frío, la helada; solamente se caían de frío, se entumecían; ninguna vida en ellas; se debilitaban; sus piernas, sus brazos, se torcían; no podían asir cuando llegaron.
No se fue a encuentro; entonces en sus corazones gimieron las tribus. Diferente era el lenguaje de Brujo del Envoltorio, Brujo Nocturno, Guarda-Botín, Brujo Lunar.
Entonces un hombre se mostró a la faz de Brujo del Envoltorio, Brujo Nocturno. Guarda-Botín, Brujo Lunar. Aquel mensajero de Xibalbá les dijo: “En verdad, he aquí a vuestro dios, he aquí a vuestro sostén, he aquí al sustituto, al recuerdo, de vuestros Constructores, de vuestros Formadores.
como los astronautas del Apolo voló sobre la superficie gris de la luna en la víspera de Navidad, que nos habló de la belleza de la tierra, y con esa voz tan clara en toda la distancia lunar, escuchamos los invocan la bendición de Dios sobre su bienestar en ese momento, su visión de la luna se movió poeta Archibald MacLeish a escribir: " para ver la tierra como es en verdad, pequeña y azul y hermoso en ese silencio eterno en el que flota, es vernos a nosotros mismos como jinetes en la tierra juntos, hermanos en esa belleza brillante en el frío eterno - .
Su pensamiento iba más allá de ¡a madera, la piedra, los lagos, los mares, los montes, los valles. En verdad, hombres a los que amar: Brujo del Envoltorio, Brujo Nocturno, Guarda-Botín, Brujo Lunar.
Así, durante su sueño, recibieron mujeres verdaderamente bellas, quienes existieron con Brujo del Envoltorio, Brujo Nocturno. Guarda-Botín, Brujo Lunar.
He aquí los nombres de sus mujeres: la Blanca Mansión del Mar, nombre de la mujer de Brujo del Envoltorio; la Mansión de los Bogavantes, nombre de la mujer de Brujo Nocturno; la Mansión de los Colibríes, nombre de la mujer de Guarda-Botín: la Mansión de los Guacamayos, nombre de la mujer de Brujo Lunar.
La luna, como asomándose fisgona y burlesca, apareció entre los negros nubarrones que habían resurgido; alumbró de platino todo el bosque y en los árboles se vieron las aves agresivas; en los suelos los animales salvajes y todo, bajo la luz lunar, se vio como público espectral aguardando un gran espectáculo de inquisición.
Brujo del Envoltorio, Brujo Nocturno. Guarda-Botín, Brujo Lunar, dijeron: “Esperemos que el alba”. Así dijeron aquellos grandes Sabios.