El tirano se ató una
soga al cuello, recorrió descalzo las calles de la ciudad, pidiendo perdón a los habitantes, y, apoyado en un bastón, se alejó lentamente.
Emilia Pardo Bazán
o sé que día de Agosto del año 1816 llegó a las puertas de la Capitanía General de Granada cierto haraposo y grotesco gitano, de sesenta años de edad, de oficio esquilador y de apellido o sobrenombre "Heredia", caballero en flaquísimo y destartalado burro mohino, cuyos arneses se reducían a una
soga atada al pescuezo; y, echado que hubo pie a tierra, dijo con la mayor frescura «que quería ver al Capitán General.» Excuso añadir que semejante pretensión excitó sucesivamente la resistencia del centinela, las risas de los ordenanzas y las dudas y vacilaciones de los edecanes antes de llegar a conocimiento del Excelentísimo Sr.
Pedro Antonio de Alarcón
Le enseñaron al mundo a odiar a toda una raza de gente y ahora tienen el descaro de culparnos por odiarlos a ustedes, simplemente porque no nos gusta la soga que nos ponen al cuello.
Cabalga al frente Pedro Pérez Delgado unos lo llaman Maisanta y otros el americano no hay quien le pique adelante, no hay quien le aguante la carga no hay guerrillero en los llanos que le eche la colcha al agua catire con dientes de oro, con espuelas de plata bueno de cola y de soga...
A pesar de que le atravesaba una soga larga y grande, atada de una y otra parte del río en dos palos, para darle fijeza, el viento la llevaba y traía de una parte a otra.
Y se dieron ejemplos de un banquero que ganaba seis millones de pesos, y de un edificio que tenían muy alto, lo cual, por parte del sector público, es mencionar la soga en casa del ahorcado, por los grandes edificios de PEMEX, etcétera, a los cuales se hicieron referencia en el Informe Presidencial.
Pero, en efeto, llevado de mi buen natural, quise responder a lo que a mi amo debía, pues tiraba sus gajes y comía su pan, como lo deben hacer no sólo los perros honrados, a quien se les da renombre de agradecidos, sino todos aquellos que sirven.» CIPIÓN.—Esto sí, Berganza, quiero que pase por filosofía, porque son razones que consisten en buena verdad y en buen entendimiento; y adelante y no hagas
soga, por no decir cola, de tu historia.
Miguel de Cervantes Saavedra
Los que la mesa hirió o poco o nada (y aquí escribe Turpín que fueron siete) confían en sus pies, mas en la entrada el paladín con rapidez se mete; y, rindiendo sin fuerza a esta mesnada, las manos les ató tras aquel brete con una soga al fin muy oportuna que halló en aquella cueva alpestre y bruna.
"No había rezado tres oraciones, cuando de pronto oí unos ruidos, luego una voz grave y desconocida que decía, encolerizada: "-¡Perro!, ¿no habías prometido matarte? ¿Estos son tus juramentos?... Alí, prepara la
soga. Ahora te ahorcaremos nosotros.
Roberto Arlt
Por no echar la soga tras el caldero, la triste se esforzó y cumplió la sentencia; y por evitar peligro y quitarse de malas lenguas, se fue a servir a los que al presente vivían en el mesón de la Solana; y allí, padeciendo mil importunidades, se acabó de criar mi hermanico hasta que supo andar, y a mí hasta ser buen mozuelo, que iba a los huéspedes por vino y candelas y por lo demás que me mandaban.
¡Y jamás olvidaremos la impresión que nos produjo oír a los oficiales de João Francisco relatar entre grandes carcajadas, cómo se divertían los milicos haciendo probar a sus compañeros más zonzos carne asada de los dijuntos, o describir una macabra disparada de caballos del campamento arrastrando los cadáveres que habían servido de estacas a la soldadesca para mantener la
soga!
Florencio Sánchez
-Sí, hija mía -responde la madre-, las malas noticias siempre salen verdaderas, y la soga nunca rompe por lo más gordo, ni el día amanece alegre para todo el mundo...