Verás mil retorcidas caracoles, mil bucios istrïados, con señales y pintas de lustrosos arreboles: los unos del color de los corales, los otros de la luz que el sol
represa en los pintados arcos celestiales, de varia operación, de varia empresa, despidiendo de sí como centellas, en rica mezcla de oro y de turquesa.
Francisco de Aldana
El tajamar se reemplazó con compuertas de abrir y cerrar, para poder detener o soltar el agua según las necesidades, se construyó una represa de la cual el agua, por acequias bien combinadas, se derramaba por el campo cuando era preciso regarlo, y se hicieron con el menor gasto posible todos los arreglos indispensables para la buena distribución de las aguas.
Hoy mismo por la mañana -y permítanme aquí no solamente el orgullo de argentina sino también del pago chico, de Santa Cruz- se abrieron los sobres de una obra hidroeléctrica que constituirá un factor de ocupación territorial de nuestra Patagonia argentina, con la represa del río Santa Cruz, verdadera soberanía también territorial y energética para todos los argentinos.
Adujo que en la represa van a depositarse materiales con metales pesados, y que esto podría afectar al Río San Juan, por riesgo de rompimiento del dique.
Florencio las contemplaba, haciendo, de vez en cuando, ir y venir el caballo para que bajase el balde al pozo y volviese lleno, a derramar su estrepitosa cascada en la represa de pino.
ARTÍCULO XVII Los buques, mercaderías ó efectos pertenecientes á los ciudadanos respectivos, que hayan sido tomados por piratas y conducidos ó encontrados en los puertos del uno ó del otro país, serán entregados á sus propietarios (pagando, si en efecto los ha habido, los costos de represa que sean determinados por los tribunales respectivos), habiendo sido probado el derecho de propiedad ante los tribunales, y á consecuencia de reclamación que deberá hacerse durante el lapso de dos años por las partes interesadas, por sus apoderados ó por los agentes de los Gobiernos respectivos.
Caído en la vertiente de una montañuela, dábale alimento una represa que formaba lindo estanque natural, festoneado de canas y poas, puesto, como espejillo de mano sobre falda verde, encima del terciopelo de un prado donde crecían áureos ranúnculos y en otoño abrían sus corolas moradas y elegantes lirios.
Al otro lado de la represa habían trillado sendero el pie del hombre y el casco de los asnos que iban y volvían cargados de sacas, a la venida con maíz, trigo y centeno en grano, al regreso, con harina oscura, blanca o amarillenta.
Las bebederas y la represa están llenas; el muchacho se apea y deja resollar el petizo, mirando la hacienda que tranquilamente bebe y, satisfecha, se retira a comer.
Pero si la represa se ha hecho pasadas las 24 horas del primer apresamiento, será del corsario apresador todo el valor de él.— Art 34.
Esto debe tener también una reglamentación, no una eliminación. Porque supongamos que el Estado decide hacer una represa, o… no, no voy a hablar del Metrobús.
Digamos una represa en algún lugar con impacto ambiental. Ahí sí cabe contra el Estado una medida cautelar. Porque si hay impacto ambiental, es irreparable.