Un cronista de la época describe: ”Empezóse la tierra a alterar; habían muchas juntas y concilios, tratando de que era gravísimo agravio el que su Majestad hacía a la tierra y quedaba perdida de todo punto porque ya, las más de las encomiendas estaban en tercera vida y antes se perdían las vidas que consentir tal y verles quitar lo que sus padres habían ganado.
No quiso Catón que Canidio pudiese hurtar; no le dejó Bruto que hurtase; quedó Roma deudora a los dos de lo que era suyo dos veces: la una porque se lo dieran, la otra porque no se lo dejaron quitar.
Ni se puede negar que César fuera justiciero en quitar a Ptolomeo el reino y la cabeza, porque había quitado la cabeza a Pompeyo.
Mis padres, en mi mesura vanamente asegurados, se descuidaron conmigo; ¡qué dictamen tan errado, pues fue quitar por de fuera las guardas y los candados a una fuerza que en sí propia encierra tantos contrarios!
Quitole Tilio Cimbro la toga de los hombros, y luego Casca el primero le dio por las espaldas la primera puñalada. Rey que se deja quitar la capa, da ánimo para que le quiten la vida.
¿Qué necesidad hubo de quitarme lo que podíades recibir? Pues aun con todo eso no me habéis de quitar cosa alguna, porque no se quita sino al que la retiene.
Y así lo comunicamos, puntualmente, puntillosamente, sin agregar ni quitar una letra ni una coma y, bueno, y parece que tampoco está bien, porque cuando el resultado afortunadamente para mí y yo sé que para muchos, tal vez alguno se desilusionó, no, es cierto, yo creo que no hay que enojarse con eso, porque todo eso de mal vuelve y no hay que hacerlo.
Y si es verdad lo que yo digo y aquel, persuadido del demonio, por quitar y privar a los que están presentes de tan gran bien, dice maldad, también sea castigado y de todos conocida su malicia.” Apenas había acabado su oración el devoto señor mío, cuando el negro alguacil cae de su estado y da tan gran golpe en el suelo que la iglesia toda hizo resonar, y comenzó a bramar y echar espumajos por la boca y torcella, y hacer visajes con el gesto, dando de pie y de mano, revolviéndose por aquel suelo a una parte y a otra.
Apenas llegamos salió a nuestro encuentro el calabocero que tenía la costumbre de hacernos entrar en la prisión, para rogarnos que esperásemos un poco y que no entráramos antes de que fuera a buscarnos, porque, dijo, los Once estaban haciendo quitar los hierros a Sócrates en este momento y anunciándole que ha de morir hoy.
Nosotros no somos gallinas pues el Rey nos quiere quitar el comer y las haciendas, quitémosle a él el reino y alcémonos con la tierra y démosla al Marqués pues es suya y su padre y el nuestro la ganaron a su costa“ La Ordenanza establecía que la encomienda sólo podía hacerse hasta la tercera generación, a esto se refiere el texto al hablar de la tercera vida.
sólo de él... de nadie más... —Son lo único que tengo y no me las pueden
quitar... y aunque me las quitaren... puedo hacer más, muchas más...tantas como yo quiera, aunque no tenga dinero.
Antonio Domínguez Hidalgo
Juzga, pues, ahora si a este sabio, a quien la guerra y el enemigo práctico en batir murallas no pudieron quitar cosa alguna, si se la podrá quitar el ladrón, el calumniador, el vecino poderoso o el rico, que por no tener hijos se hace respetar como rey.