La noche de las tinieblas que me cegaba se ha convertido en luminoso dia, y en medio de mis justas prisiones me presenta, como á Antioco, tan perfectamente los males que he ocacionado á la América, que el sueño se ha retirado de mis ojos, y mi arrepentimiento me ha postrado en una cama: aquí veo no muy lejos el aparato de mi sacrificio, exhalo cada momento una porción de mi alma...
Ella es una e indivisible, imprescriptible e inalienable. Una porción del pueblo no es la soberanía, ni puede ejercer la potencia soberana del pueblo entero.
Pero congregada una porción del pueblo debe exponer su dictamen con absoluta libertad. El pueblo tiene siempre derecho de rever y reformar su Constitución.
No niego que las causas superiores no gobiernan la naturaleza de la tierra, ni que de sus influencias dependa esta porción inferior.