Por eso es polaco con Sartorius, de orden con González Bravo, escéptico con Posada Herrera y librepensador con los revolucionarios; como hubiera sido familiar del Santo Oficio en tiempos de Felipe II.
El rápido desarrollo de la industria polaca (que deja atrás con mucho a la de Rusia) es una clara prueba de las energías vitales inextinguibles del pueblo polaco y una nueva garantía de su futuro renacimiento.
Después de haber ido de un lado para otro, Carlos supo que había, en el distrito de Neufchátel, un pueblo grande llamado Yonville l'Abbaye, cuyo médico, que era un refugiado polaco, acababa de marcharse la semana anterior.
Se decía que el cardenal della Gamba, el príncipe polaco Froski y un general francés, enviado de la corte de París con una misión especial y de gran importancia, el marqués de Mably, habían puesto sitio a la fortaleza teatral de la Provenzalli y que a todos estos conquistadores se había rendido.
Pues, señor, el día que le digo a usted venía yo de Gergal con una carga de barrilla y al llegar al punto en que hemos dejado el camino para tomar esta vereda me encontré con dos soldados españoles que llevaban prisionero a un
polaco.
Pedro Antonio de Alarcón
¡Es necesario tener tres duros y medio de vida, como yo los tendré en el mes de San Juan, para saber más de cuatro cosas! En fin, el
polaco aquél servía a las órdenes de Napoleón..., del bribonazo que murió ya...
Pedro Antonio de Alarcón
¡Pero entonces ya me habré yo muerto!... Conque vuelvo a la historia de mi
polaco. El pobre hombre se había quedado enfermo en Fiñana, mientras que sus compañeros fugitivos se replegaban hacia Almería.
Pedro Antonio de Alarcón
Allí fue donde la noche antes dos soldados españoles que iban a reunirse a su batallón, y que por casualidad entraron a encender un cigarro en el candil de aquella solitaria vivienda, descubrieron al pobre
polaco, el cual, echado en un rincón, profería palabras de su idioma en el delirio de la calentura.
Pedro Antonio de Alarcón
Iwa, que así se llamaba el
polaco, según me contó luego la viejecita, llevaba ya seis meses de tercianas, y estaba muy débil, muy delgado, casi hético.
Pedro Antonio de Alarcón
Se alejó luego al paso, inundando el pasto de sangre, hasta que a los veinte metros se echó, con un ronco suspiro. A mediodía el
polaco fué a buscar a su toro, y lloró en falsete ante el chacarero impasible.
Horacio Quiroga
Sólo Marramaquiz, gato furioso, lamentaba celoso sus penas y cuidados por altos caballetes de tejados, en que su voz resuena, cual suele por las selvas Filomena, que ha perdido su dulce compañía, con triste melodía esparcir los acentos de su pena, trinando la dulcísima garganta, que a un tiempo llora y canta, o como perro braco que ha perdido su dueño, o flamenco o
polaco, que ni se rinde al sueño, ni el natural sustento solicita, aunque en cantar no imita el ruiseñor süave; que una cosa es el perro y otra el ave, y a cada cual su propio oficio cuadra, porque si canta el ave, el perro ladra.
Lope de Vega
Bueno, cuando usted terminó de hablar, entre el asombro del
polaco, la carbonera y el zapatero, yo me dije: este hombre es un audaz en disponibilidad...
Roberto Arlt