Entretanto Heredia había sido preso en la
plaza de la Universidad por algunos transeuntes, que, viéndole correr después de haber sonado aquel tiro, lo tomaron por un malhechor.
Pedro Antonio de Alarcón
Con este objeto nos reuníamos todas las mañanas en la plaza pública donde fue juzgado, muy cerca de su prisión, y allí esperábamos a que la abrieran, lo que nunca fue muy temprano.
Mas no pudiendo él mismo usar la traza, pues bate junto al padre el enemigo que al rey de Francia Carlos amenaza, a este Odorico ordena ir conmigo, que entre sus más amigos tiene plaza de serle el más estrecho y más amigo; y así debía de ser, si se prescribe que es más amigo aquel que más recibe.
LIMITE OESTE: PARC.124 ZONA DE VIAS, PARC.125 ZONA DE RUTA / NAC. N.16, PARC.126 DE LA CIRC. X QUE LIMITA CON DPTO. PRESI-/ DENCIA DE LA PLAZA. LIMITE SUR: PARTE DE LA PARC.126 DE LA CIRC. X.
En una de esas asomadas, peligrosas por todo extremo, vio que las tropas habían ya avanzado hasta la puerta de aquella casa, mientras que los sediciosos retrocedían hacia la
plaza de Santo Domingo, no sin continuar haciendo fuego por escalones, con admirable serenidad y bravura.
Pedro Antonio de Alarcón
Ayudante mayor—J uan Varela Geundin. Abanderado— Hilario Plaza. Capitanes— Félix Villota, Francisco Crespo y Denis, Toribio Reyes, Eugenio Corbalan, Francisco Villa y Pedro Ramallo.
Pusieron en el centro de la
plaza del mercado tres bueyes asados, rellenos de patos y pollos, y cada cual fue autorizado a cortarse una tajada; de las fuentes fluyó dulce vino, y el que compraba una rosca en la panadería era obsequiado con seis grandes bollos, ¡de pasas, además!
Hans Christian Andersen
Desde que recibí su carta, había adquirido el hábito de rondar su vecindad, y así descubrí que a la hora del crepúsculo solía dar un paseo, acompañada únicamente por un negro de librea, por una plaza pública.
La
plaza enorme y señorial quedó con una alfombra de publicidades y telones de mantas y carteles multicolores como ocultando teatros.
Antonio Domínguez Hidalgo
Es que como era un chiquillo notable por su fervor y su inteligencia, el cura que le había enseñado la doctrina se fijó en él, le escogió para ayudar a misa, y de monaguillo pasó a sacristán, y de sacristán a una
plaza gratuita en el Seminario de Auriabella...
Emilia Pardo Bazán
Si se mezclaba con ellos alguna mujer, era la infeliz juglaresa sorprendida en la
plaza pública, y que, después de servir de ludibrio a los convidados, aparecía al día siguiente con el cuerpo acardenalado, medio muerta, arrojada en cualquier callejuela de la ciudad.
Emilia Pardo Bazán
Cuantos pedazos de tierra se vendían en el país, sin regatear los compraba Gayoso; en la misma
plaza de la Constitución de Vilamorta había adquirido un grupo de tres casas, derribándolas y alzando sobre los solares nuevo y suntuoso edificio.
Emilia Pardo Bazán