a Perla de Gran Precio es una selección de materias o temas de gran valor que se relacionan con muchos aspectos importantes de la fe y de la doctrina de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
Preveíamos con nuestros productos las costas americanas del Pacífico y las islas de la Oceanía del hemisferio del sur, buscábamos el oro de California, la plata de Bolivia, los salitres del Perú, el cacao del Ecuador, el café de Centro América, fundábamos bancos en La Paz y en Sucre, en Mendoza y en San Juan; nuestra bandera corría todos los mares y empresas nuestras y manos nuestras bajaban hasta el fondo de las aguas en persecución de la codiciada perla.
Este marinero desertó en Montevideo queriendo persuadir al mismo hecho a un amigo y paisano suyo, que por casualidad y precipitación de nuestra salida no pudo verificar su fuga aunque la intentase: sin duda tenían ambos tratado algún partido que no pudiendo ponerlo en práctica trató de nuevo el venirle a buscar: con efecto a los pocos días de nuestra salida se le proporcionó hacer viaje a Lima (entiéndase Callao) en la fragata “Perla” del comercio del Perú que llegó estando ya dispuestos para dar a la vela y como no estuviésemos aún completos de gente, se le admitió, dándole nuevamente la plaza que antes había servido en esta corbeta; en donde vino a dar fin a sus días por un círculo de casualidades”.
El profeta José Smith preparó estos temas y se publicaron en los periódicos de la Iglesia en su época. La primera colección de escritos que apareció con el título de la Perla de Gran Precio la hizo en 1851 el élder Franklin D.
La Perla de Gran Precio llegó a usarse en forma muy extensa, y subsiguientemente llegó a ser uno de los libros canónicos de la Iglesia al ser aprobado por la Primera Presidencia y por la conferencia general que se llevó a efecto en Salt Lake City el 10 de octubre de 1880.
-Junto a la Silla del Buda me espera un pescador de perlas -dijo, de pronto, Mahomet. -¿Qué te quiere? -Es forastero. Dice que tiene una
perla... -Robada... -Probablemente...
Roberto Arlt
Y si va a decir lo cierto la chica es como una perla, y fina como un coral, aunque hay una diferencia: que perla y coral con arte, con red y estación se pescan, y aquí sucede al contrario, pues la pescadora es ella.
Tu Concha encerró un alma creyente y entusiasta que era una perla pura de limpia nitidez, de cándidos instintos, de pensamiento casta, de duración perpetua, porque jamás se gasta de la virtud sincera la aquilatada prez.
a reina Mab, en su carro hecho de una sola
perla, tirado por cuatro coleópteros de petos dorados y alas de pedrería, caminando sobre un rayo de sol, se coló por la ventana de una buhardilla donde estaban cuatro hombres flacos, barbudos e impertinentes, lamentándose como unos desdichados.
Rubén Darío
Entonces, la reina Mab, del fondo de su carro hecho de una sola
perla, tomó un velo azul, casi impalpable, como formado de suspiros, o de miradas de ángeles rubios y pensativos.
Rubén Darío
Y así dice: "En mis campiñas esa rosa le ofrecí: son mis flores de las niñas que al soñar piensan en mí." Viste el rey ropas brillantes, y luego hace desfilar cuatrocientos elefantes a la orilla de la mar. La princesa está bella, pues ya tiene el prendedor, en que lucen, con la estrella, verso,
perla, pluma y flor.
Rubén Darío
Concentración de hechizos varios, mezcla de esencias y vigores, nórdico oro, mármoles patios, algo de la
perla y del lirio, música plástica, visión del más encantador martirio, voluptuosidad, ilusión, placidez que todo mitiga, o pasión que todo lo arrolla, leona amante o dulce enemiga, tal la triunfante Venus criolla.
Rubén Darío