fracasando, secarse (líquido), marchitarse (vegetal). o mermarse, extinguir. seco, secar, destruir, confundir, avergonzar, marchitar. lugar seco, dolor.
Yabésh: esta palabra puede significar, dependiendo de su variante.:estar avergonzado,confuso o desilusionado.:fracasando, secarse (líquido), marchitarse (vegetal): mermarse, extinguir.:seco, secar, destruir, confundir, avergonzar, marchitar.:lugar seco, dolor.
Los Aztecas la bautizaron como Cuetlaxóchitl (Flor que se marchita) del nahuatl "cuetlahui" que significa "marchitar" y "xochitl" que es "flor" y consideraban a la planta Nochebuena como un símbolo de pureza.
Tenía unos rasgos bastante graciosos, pero un aire de languidez y debilidad empezaba a marchitar sus atractivos, y sin su gordura, que aún la sostenía, hubiera podido pasar por muy avejentada.
Sus grandes ojos como el mar azules vertían miradas melancólicas y en torno de sus labios vagaba la suave sonrisa de la primera juventud. Por nada en el mundo habría consentido en marchitar esta deliciosa sonrisa.
DONACIÓN Nos darás tu corazón enaltecido —sacrificio al sol— con su puño de trigales escondidos entre flor de cascabeles. Les daré mi corazón inagotable —lo único mío— para
marchitar tristezas con su sonreir alegre.
Antonio Domínguez Hidalgo
33 Y no te cortaré del todo varón de mi altar, para hacerte marchitar tus ojos, y henchir tu ánimo de dolor; mas toda la cría de tu casa morirá en la edad varonil.
5 Como el calor en lugar seco, así humillarás el orgullo de los extraños; y como calor debajo de nube, harás marchitar el pimpollo de los robustos.
Huye de inquirir lo que será del mañana, aprovecha bien los días que te concede el destino, y no desprecies las danzas y los tiernos amores; pues eres joven, y la tardía vejez aún no se atreve a marchitar tu lozano verdor.
Así hemos visto de continuo al poeta llamándola rosa del pensil humano y robando su canto al ruiseñor para loarla y celebrarla; al artista pintándola cual virgen, y al filósofo aceptándola a su vez como complemento necesario a la naturaleza y vida del hombre; en tanto que la sátira ha pugnado vanamente por marchitar la rosa del poeta, por manchar la virgen del artista, o por profanar la Eva del filósofo.
¡Que siempre de placeres, de sueños seas morada! ¡que nunca el crudo noto te pueda marchitar, y siempre seas de flores suavísima almohada, donde mi loca frente consiga reposar!
También, ¡oh valle!, a
marchitar tus galas la airada tempestad tiende sus alas; tus flores huella y con furor se agita marchitando sus vívidos colores...
José Rosas Moreno