-Lo que yo necesito es arrejuntar más pronto que se ice un puñao de jaras pa poer mercalle a mi jembra las mejores arracás y el mejor mantón de tos los que puean lucir en toíca la serranía...
A la batalla se sumó Agramante, ansioso de lucir y hacer estrago; con él van Baliverzo, Farurante, Soridano, Prusión y Bambirago; y tantos más sin relumbrón bastante de cuya sangre ha de vertirse un lago, que más facil contar fuera la hoja de que un bosque en otoño se despoja.
A Apuleyo, testigo en su tiempo de la transformación de los hombres en burros… como hoy. A Boccaccio, cuyas mujeres no necesitaron de minifaldas para
lucir más turbadoras.
Antonio Domínguez Hidalgo
El vizconde de La Tremisiniére, premiado por la Academia como autor de un estudio sobre uno de sus abuelos, compañero de Conde, y muy apreciado por los anticuarios de la orilla izquierda del Sena, que le colocaban todos los lienzos malos de sus almacenes, le llamaba Velásques, satisfecho de que la color morena y ligeramente verdosa del conde, el negro y empinado bigote y los ojos graves, le proporcionaban ocasión de
lucir sus grandes conocimientos en pintura española.
Vicente Blasco Ibáñez
Oíd mi canto los que creéis en la virtud y el Cielo; venid, almas transidas de quebranto, venid a oírme y hallaréis consuelo; veréis lucir tras la tormenta oscura un rayo de esperanza y de ventura.
En la regocijada musa de nuestro compatriota no hay ese alambicamiento culteriano, esa manía de lucir erudición in- digesta, que afea tanto las producciones de los mejores inge- nias del siglo XVII.
Capitu- lito de erudición, y nada más; y como no se ha declarado que lucir pretensiones de erudito sea un crimen, resulta quye no es justiciable el señor Oyóla sólo por contarnos que ha leído mucho de bueno, mucho de mediocre y hasta mucho de malo.
Rosario recreábase cada vez más en la contemplación de su hermosura y al mismo tiempo una profunda amargura invadía lenta y pérfidamente su corazón juvenil; nunca podría ella lucir galas iguales ni parecidas a aquellas...
Dirigí mi vista hacia el cielo y quedé sorprendido al ver que los negros nubarrones antes presentes, se iban apartando y dejaban lucir a miles de estrellas brillantes en el infinito.
Paco Cárdenas se acordó de que él ganaba cuatro pesetas trabajando desde que el sol echaba sus luces hasta que se ponía, y en cambio de que el Gallareta vestía y vivía como un príncipe, que todo el día no hacía otra cosa que lucir el garbo por el distrito, que tenía en un dedo un solitario con el cual hubiera tenido él bastante para salir de apuros.
A los literatos que, á pesar de lo espuesto, me supongan mas ambiciosos intentos ó mas vanaglorioso amor propio, dispuestos á no ver de mi obra mas que los defectos, hijos naturales de una temeraria osadía ó de una quijotesca vanidad: y á los sábios críticos que quieran aprovechar la ocasion de lucir sobre sus académicas disertaciones y sus artículos enciclopédicos, les contaré solamente un cuento, que estoy sintiendo correrseme el papel por los puntos de la pluma: el cual, aunque viejo, espero que les ayude á formar su juicio sobre mi poema, si le lëen: que sí le leerán, pues yo procurare darselo despacito para que le rúmien y digieran.
Hasta las jóvenes de la aristocracia, cuando vestían de trapillo para visitas de vecindad, no desdeñaban
lucir aretes de coral falsificado.
Ricardo Palma