a jalea real es una sustancia segregada por las glándulas hipofaríngeas de la cabeza de abejas obreras jóvenes, de entre 5 y 15 días, que mezclada con secreciones estomacales sirve de alimento a todas las larvas durante los primeros tres días de vida.
Inclusive, el cactus llega a ser consumido por conejos y el ganado si las espinas son removidas por alguna alteración común, como el fuego. Algunos pueblos han usado la pulpa para hacer jalea y dulces.
En 1845 Dzierżon descubrió que los zánganos nacen de huevos no fecundados. En 1854 descubrió el mecanismo de secreción de la jalea real y su papel en el desarrollo de reinas.
En último término se dispone una caja de jalea abierta sobre un plato de castañuela, y, una salva con pie, de plata o peltre sobre la que descansa una taza de cerámica mejicana de tipo Tonalá.
Solo la abeja reina y las larvas de celdas reales que darán origen a una nueva reina son siempre alimentadas con jalea real. Es una masa viscosa de un suave color amarillo y sabor ácido.
Otros productos como aceitunas aliñadas de diversas maneras (verdes rajadas o machacadas en salmuera, negras rajadas), miel, jalea real, alcaparras y alcaparrones en vinagre.
Todas las larvas consumen esta jalea, además aquellas que serán las futuras reinas reciben una jalea pura, sin polen, mientras que las que serán obreras la reciben con algunos granos de polen.
Se usa además para calificar la "comida criolla" o comida típica de la región de la costa peruana como el "ceviche", o tal vez "chupe de camarones" o la "jalea", etc.
La tintura se envasa en frascos ámbar, protegidos de la luz y se almacena a temperatura ambiente. Abeja Jalea real Miel Polen Polinización Propóleos Adulterados Huilen (en francés)
Aunque también puede ser un zángano que ha vivido más de 100 años o servido bien a su Reina y es recompensado con la jalea real con la cuál el zángano tiene una especie de "cambio de sexo".
También existen algunos pudding famosos como el aşure (elaborado a base de jalea, algunos legumbres como garbanzos, avellanas, nueces y almendras y adornado con granada).
De las colmenas obtenían la glucosa que necesitaban para sus necesidades perentorias, en forma de miel y jalea real, además de la cera necesaria para la confección de velas con las que se alumbraban, alternando con los candiles, que alimentaban con el aceite de oliva.