El coronel encendió un cigarrillo, miró melancólicamente el mapa de las cotas, y dijo: -Hay siete tenientes en este cuerpo en la misma situación que usted. ¡Esto es
intolerable!
Roberto Arlt
Ahí es donde tenemos que analizar algo muy concreto: ¿es justo, es tolerable, que un jubilado gane 900 pesos en la Argentina o es injustamente
intolerable?
Elisa Carrió
Los cuantiosos pagos por servicios de deudas que representan un drenaje intolerable para estos países, han sido provocados en gran medida por las condiciones y modalidades de los préstamos.
El más leve descuido corre de boca en boca; una reminiscencia es llamada robo; una imitación plagio, y un plagio verdadero
intolerable desvergüenza.
Mariano José de Larra
Levantaron estos una ancha piedra; tiráron á mano derecha y á mano izquierda una tierra que exhalaba un hedor
intolerable; pusieron luego un muerto en el hueco que habían hecho, y volviéron á sentar la piedra.
Voltaire
No puedo continuar aquí. Ese registro ha sido para mí un insulto
intolerable. -Comprendo su indignación de usted...; pero hace usted mal en tomarlo tan por la tremenda.
Antón Chéjov
Nuestra querida Patria ha llegado a uno de esos momentos: una tiranía que los mexicanos no estábamos acostumbrados a sufrir, desde que conquistamos nuestra independencia, nos oprime de tal manera, que ha llegado a hacerse intolerable.
-y es imposible no compartir este planteamiento- (se refiere al texto del discurso del general que reproduce) como expresión malsana y ya intolerable del deterioro moral, institucional, gestado gradualmente a lo largo de muchos años y gobiernos y del cual la UP no fue el origen sino la expresión final.
Aun cuando se intente un sacrificio constituyendo a Cádiz entrepuerto de los extranjeros, será éste infructuoso, porque el contrabando subrogará por vías ocultas las introducciones que en aquel sistema deben obrarse con intolerable lentitud.
Y una hora después, cuando todos ellos, en una de las concavidades de las rocas, apiñábanse los unos contra los otros para mejor resguardarse del viento huracanado y del frío intolerable, sintió Antonio posarse suave una mano sobre su hombro y escuchó una voz susurrante, la voz de Pedro el Áncora, que le decía a la vez que ceñíale al cuello el escapulario que para él bordara la hija del señor Paco el Levantino: -Tómalo, que es tuyo.
Comprenderéis que el empeño parece en tal punto excesivo, que tomarlo alguien sobre sí, y, sobre todo, alguien como yo, sería sencillamente intolerable, si no estuviéramos todos y cada uno obligados a ensayarlo en todos los momentos, cada cual a su manera.
- ¡Muy bien! SEÑOR FERREIRO.- Este es un planteamiento para nosotros intolerable. No lo aceptamos por principios, por orientalidad, aunque materialmente nos trajera ventajas.