Al increpar a los habitantes sobre su posible participación en la rebelión salió al frente Julia Orozco, propietaria de la fonda más grande de la comarca, quien encaró con braveza a los militares que amenazaban con fusilarlos a todos por tomar parte con sus adversarios y cuentan que fue tal su postura que los oficiales declinaron en su actitud y por el contrario pagaron generosamente los víveres y provisiones que tomaron para proseguir en su lucha por conseguir el poder del país.
En 1821 regresó a España y se secularizó; en 1822 fue amonestado por increpar e insultar al rey Fernando VII y poco después tomó parte en los sucesos de julio de ese mismo año en Madrid, por lo cual estuvo preso durante unos meses; acogiéndose a la amnistía de 1824 volvió a emigrar a Francia, residiendo en Agens y Burdeos, donde se colocó de cura párroco hasta 1841.
Cinco integrantes de la parcialidad visitante, algunos de ellos encapuchados, invadieron el terreno de juego, para increpar y agredir a sus jugadores provocando la detención del encuentro por un lapso de 20 minutos.
Si se suben las manos y se abren los dedos entonces se pasa a una pose de auto-increpar donde parece que el discurso lleva a su portavoz a atacarse a sí mismo.
Durante su estancia en Toluca, Leona tuvo a su segunda hija, María Dolores Quintana Vicario, y presenció las celebraciones hechas con motivo de la jura de la Constitución de Cádiz por Fernando VII, ocasión que la llevó a escribir el siguiente poema: La libertad y la tiranía Llega, y la diosa a tan feroz aspecto Un vivo grito en su sorpresa lanza, Sin que para increpar a su enemigo Le faltasen enérgicas palabras.
Si el Demonio no existiese, el Hombre no podría elegir entre el Bien y el Mal (que Job elige parcialmente al increpar a Dios por su dolor).
Tras increpar duramente a Auchmuty por considerar que no lo había seguido adecuadamente y a White por haber confiado en el apoyo de la población (los llamó "malditos yanquis"), Whitelocke tomó la decisión de aceptar la capitulación propuesta por Liniers.
18 de los alborotadores fueron identificados, y recibieron una multa de 301 euros por "manifestación ilegal" y por "insultar e increpar a policías y asistentes", a pesar de que el agresor de Maite Peiró no pudo ser identificado.
Los disturbios comenzaron cuando los residentes católicos de Bogside comenzaron a increpar un desfile de los Apprentice Boys of Derry a su paso por el barrio.
Compuesta casi en su totalidad por Waters, trata los temas de la soledad y la falta de comunicación, expresados por medio de la metáfora de un muro, construido entre el músico y el público. Waters ideó este formato cuando escupió a un fan que no había dejado de increpar al grupo en un concierto en Montreal, Canadá.
Al bajar del tren, la gente se dio cuenta de su presencia y le empezaron a increpar, a rodearle e intentar quitarle la gorra con el velo que escondía su cara.
Allí se encuentra con el señor Burns, a quien Homer comienza a increpar y a atacar verbalmente por la decisión de vender la planta, que desencadenó su despido.