No debemos pues desentendernos de la defensa de estas plazas tan importanes, ni de la destruccion de dicho ejercito, que por todas partes esparce, con harto dolor mio, la idea de que somos cobarde, y jasta los mismo indios lo han censurado.
Unos decían: “El Señor le socorra y valga.” Otros: “Bien se le emplea, pues levantaba tan falso testimonio.” Finalmente, algunos que allí estaban, y a mi parecer no sin harto temor, se llegaron y le trabaron de los brazos, con los cuales daba fuertes puñadas a los que cerca dél estaban.
De mí sólo aseguro que ni el que me empezare a leer se cansará mucho, ni el que me acabare de leer se arrepentirá tarde. Harto haré si alcanzo a parecer bueno por poco malo, y aun esta disculpa tan culpable no se deberá a mi ingenio, sino a mi brevedad, no imitando a aquéllos que ponen su cuidado en no empezar a decir sin acabar de hablar.
Una tarde, frente a sus hermanos que lo consideraban el modelo, le dijo a su padre, que le había llamado la atención por sus comportamientos recientes. —¡Ya me tienen
harto!
Antonio Domínguez Hidalgo
De tres lanzadas cae el corcel muerto; mas súbito se pone en pie Zerbino, que a aquellos tres que su corcel le han muerto, se acerca por vengar harto mohíno: primero a Mosco, que es mozo inexperto y por atarlo encima de él se vino, clava la lanza, le traspasa el flanco y arroja de la silla frío y blanco.
¡ridículo1, me contagié con la podredumbre que modelaba a los demás y me volví peor que ellos… peor... Y he aquí que yo. ¡
Harto de padecer ingratitudes y escarnio... me convertí en indignidad...!
Antonio Domínguez Hidalgo
es dio el huésped amable y oportuno labarda y lanzón harto dañino, de su parentela a cada uno ente con que uno y otro al arma vino; a pie y caballo copia de criados, odos en tal servicio harto avezados.
Por otra parte, sabes la situación mísera que rodea a los que podrían acusarnos y el poco sacrificio que habría de hacerse para cerrarles la boca; y mis bienes, que son tuyos, son harto suficientes.
Cayé, entre risa y risa, meditaba siempre su fuga;
harto ya de revirados y yoporás, que el pregusto de la huida tornaba más indigestos, deteníase aún por falta de revólver, y ciertamente, ante el winchester del capataz.
Horacio Quiroga
De que después de haberse fiado de un hombre sin ningún examen y de creerle sincero, honorable y fiel, acabamos por descubrir que es falso y perverso; después de varias experiencias parecidas, viendo que uno ha sido engañado por los que creía eran sus mejores y más íntimos amigos, harto de verse tanto tiempo sometido a tal error, llega a odiar a todos los hombres persuadido de que no hay ni uno que sea sincero.
De ancho dos palmos hay tablón desnudo, cuadrado y colosal de orilla a orilla, que, sobre un pie macizo y harto rudo, acoge a aquel ladrón y a su cuadrilla.
Motivos que no hay por qué reseñar, pues son harto conocidos además de ingratos, había puesto a nuestra asociación al borde de lamentable anarquía.