Sabor de bien que es finito, lo más que puede llegar es cansar el apetito y estragar el paladar; y así, por toda dulzura nunca yo me perderé, sino por un no sé qué que se halla por ventura.
San Juan de la Cruz
¿Qué podrán responder a esta objeción si les preguntamos por qué razón los dioses cuidaron de anunciar estos sucesos como felices, y ninguno de ellos atendió a corregirlos con sus amonestaciones, o recordar al mismo Sila las futuras desgracias públicas, si sabían que había de causar tantos males con sus horribles guerras civiles, las cuales no sólo habían de estragar, sino arruinar totalmente la República?
Todo el contenido de este sitio web, incluyendo diccionarios, tesauros, textos, geografía y otros datos de referencia tiene únicamente fines informativos. Esta información no debe considerarse completa ni actualizada, y no está destinada a ser utilizada en lugar de una visita, consulta, asesoramiento de una persona jurídica, médica, o de cualquier otro profesional.