—Dice el coronel— fueron las palabras del emisario al apro- ximársele su compañero,- que no fusiles á estos cholos y que los lleves al depósito de prisioneros.
¿Comprende que este pobre fraile no merecía ayer sus arrogancias marquesitas?... Yo sólo era un emisario, un humildísimo emisario.
Agradezcamos el destino que horna nuestros pobres días, enviándonos ese profundo y suave emisario de ultratumba, símbolo de la vida y de la fecundidad.
A este propósito dice un cronista: «Encargado» Puelles del gobierno, se vieron en el cielo algunas lumbres » extraordinarias y dos leones que peleaban, uno en la parte »del oriente y otro en la parte del poniente, y el sol se obscure»ció, con otros fenómenos que fueron tenidos por los habitantes de Quito como augurios de grandes sucesos y de terribles 5» desastres.» Al arribo de La Gasea, empezó á palidecer la buena estrella de Gonzalo; y Puelles, á la vez que enviaba un emisario cerca del licenciado, ofreciéndole alzar bandera por el rey si se le acordaban ciertas gracias, se preparó á marchar con tropas sobre Guayaquil, que se había pronunciado contra la revolución.
Una madrugada, de Montevideo, hace unos meses, me llegó un emisario secreto con una carta de oficiales activos del Ejército de Uruguay, que se llaman los soldados artiguistas, con un regalo sobre el pensamiento político de Artigas.
Para él, ni el territorio uruguayo será refugio seguro; al saberse su paradero no tardará en allegársele un
emisario de João Francisco para darle la feroz cuchillada.
Florencio Sánchez
El vicario Soto y Velarde se desazonó ante la flema con que el intendente acogía las alarmadoras nuevas, y escribió al obispo Marfil asegurándole que los indios de la circunscripción territorial de Huamachuco estaban poco menos que alzados, en lo que indudablemente andaría metido algún
emisario de los insurgentes del Río de la Plata.
Ricardo Palma
Es tal vez encontrar un fantástico chivo emisario, las Fuerzas Armadas Argentinas, que permítanme decirlo, más allá de las responsabilidades que les han cabido, siempre han sido utilizadas como mascarón de proa en la historia reciente, para interrumpir procesos democráticos.
El emisario partió, los frailes acompañaron al supuesto peregrino a una gran celda y, dejándole allí numerosas provisiones, se alejaron.
En una le anunciaba que dentro de un instante le escribiría por imposición de su madre; en la otra le pedía sus cartas y se despedía de él para siempre. Sin decir una palabra, Morán tendió al emisario las cartas solicitadas en un montón sin orden ni concierto.
Ayudaba eficazmente a la Liga en ambos aspectos la sabiduría de los gobiernos, convirtiendo a cada obrero indeseable —que en el noventa por ciento de los casos era un afiliado a la Liga—, mediante su expulsión, en un emisario.
STAUFFACHER.––Landenberg, para castigar a su hijo por una ligera falta, quiso apoderarse de sus mejores bueyes, uncidos a la carreta; y el mozo hirió al emisario de Landenberg y se fugó.