Hagámonos eco de la consigna que resonó en todo este país durante las elecciones de 1994, al final de la larga lucha contra el apartheid: SEKUNJALO.
Y entonces las horas, hasta la una, fueron pasando con lentitud desesperante. Cuando no se extinguía el eco del reloj anunciando la una, corrí hacia la calle B...
Una risotada macabra y fugaz interrumpió la aparente tranquilidad de ese escenario y se fue perdiendo en un eco que se diluía en la distancia.
Seguir la vida histórica de los pueblos españoles de América desde el siglo XVI hasta principios del siglo XIX es como seguir la vida histórica de la propia España; lo que se producía en un territorio es eco de lo que se produce en el otro, en todas las ramas de la actividad.
Unas veces emitían articulaciones como para entenderse con dioses, otras un sonido con la fuerza de un toro de potente mugido, bravo e indómito, otras de un león de salvaje furia, otras igual que los cachorros, maravilla oírlo, y otras silbaba y le hacían eco las altas montañas.
De todos modos donde el doctor Ferreiro alcanzó verdadero aunque limitado eco – ya que la bibliografía édita que hemos citado, fue poco conocida – es en la conferencia de Buenos Aires desde la tribuna de la Junta de Historia y Numismática Americana sobre Filiación Histórica de las juntas de 1810 del 5 de diciembre de 1936 del que publicó un extracto La Nación – (Boletín de la Junta de Historia y Numismática Americana) vid.
Completó su serie sobre la revolución americana con una ponencia presentada al II Congreso Internacional de Historia Americana, Ideas e ideales de los partidos y tendencias que actúan en el campo político del Reino de Indias de 1808 a 1810 y otro estudio De la gran resonancia de la Revolución de Mayo y sus causas (Conferencia, el 25 de mayo de 1939). El único eco, que sepamos, que tuvieron de inmediato estos estudios de Ferreiro fueron el reconocimiento de Julio V.
No me olviden: soy el Lazarillo de Tormes y mi primo el Periquillo Sarniento. De pronto, de otro librero brotaron voces, como en eco, diciendo: - ¡Ey!
Umberto Eco ha propuesto una no muy disparatada definición, al considerar a la Semiótica como una verdadera “teoría de la mentira”, pues según él, representaría un programa satisfactorio para una Semiótica general .
Todos ellos se hacen eco, de una u otra forma, de los anhelos populares y a la vez nacionales, debido a las consecuencias sociales que acarreó el tipo de desarrollo capitalista que se abría paso a escala continental.
Hablé en alto, por si me respondían; grité: me contestó el
eco de mi propio gritar. El sol brillaba sobre los cuerpos sin vida, sobre la urbe trágicamente muda.
Emilia Pardo Bazán
Nunca tuviste el nido, ni el madrigal doliente, Ni el laúd juglaresco que solloza lejano. Tu juglar fue un mancebo con escamas de plata Y un eco de trompeta su acento enamorado.