Aquí a aterrarse la morisma empieza, los nuestros a doblar la acometida; no tiene más aquella en la cabeza que romper filas y emprender la huida.
¡Ya ése es su bananal; y ése es su malacara, resoplando cauteloso ante las púas del alambre! Lo ve perfectamente; sabe que no se atreve a
doblar la esquina del alambrado, porque él está echado casi al pie del poste.
Horacio Quiroga
Presentaban una apariencia de rotura que resulta cuando un papel liso, habiendo sido una vez doblado y apretado, es vuelto a doblar en una dirección contraria, con los mismos pliegues que ha formado el primitivo doblez.
Las once... Los empleados dan prisa a su labor: rasgar de lápices,
doblar de hojas, abrir y cerrar de archiveros, de escritorios.
Antonio Domínguez Hidalgo
(26) Y asi el tio en acechar Y la sobrina en finjir, Estan los dos en seguir Hasta perder ó ganar. Ella está en guardar su encierro, El en doblar centinelas, Ella en frustrar sus cautelas Y el en preparar su entierro.
Si, pasó bajo sus puertas Al doblar de los tambores Con mas aplausos y honores De los que el soñó jamas; Pero llegó á su palacio Y al entrar por sus dinteles Sus merecidos laureles Maldijo, y su ser quizas.
En algunos recodos y quebradas, el aire empezaba a morir, ahogándose de sol. Sorprendimos en una de estas quebradas, al doblar la pendiente de un meandro, a Miguel.
A una se pusieron todos en pie. El vapor estaba a la vista, cerca, al doblar del fuerte, al lado del guardacostas. El pasaje entero está viendo llegar al guardacostas.
Conversan allá en las sillas, Sentadas con los señores, Las señoras, como flores, Debajo de las sombrillas. Pero está con estos modos Tan serios, muy triste el mar: ¡Lo alegre es allá, al
doblar, En la barranca de todos!
José Martí
Huyóse al fin la gata, y, con el miedo, tocó las tejas con el pie tan quedo, que la amazona bella parecía que por los trigos pálidos corría sin
doblar las espigas de las cañas: que de tierras extrañas tales gazapas las historias cuentan.
Lope de Vega
Sin embargo, considerando que podían estar íntegras las fuerzas marítimas del enemigo para servir de apoyo a los puertos con quienes estuvieren en contacto, continué el disponer el buque para doblar el Cabo luego que estuviesen de arribada los otros que esperaba.
Por uno y otro lado las habitaciones de los españoles, unas construidas, otras acabándose de construir, y todos ocupados en proporcionarse las comodidades de los pueblos civilizados; y a los indios con sus vistosos plumajes, bajar por las laderas y colinas, esparcirse por los valles, bogar en sus canoas, doblar los pequeños cabos, y perderse en los recodos de la costa.