(Aplausos.) La historia es muy distinta en cada país y en cada etapa del proceso. Tampoco dejo de pensar en la frase, después de un denso razonamiento, del joven compañero Manuel Rodríguez.
La claridad discreta de las lámparas de bronce arranca un noble relámpago sombrío a las armaduras milanesas, y en la paz nocturna sólo se oye el pasar de las rígidas hojas de pergamino bajo nuestros dedos pálidos, donde brilla un sobrio y denso sello antiguo.
A poco rato tornose en humo confuso y
denso, que en nubarrones obscuros ofuscaba el claro cielo; después, en ardientes chispas, y en un resplandor horrendo que iluminaba los valles, dando en el Tajo reflejos, y al fin su furor mostrando en embravecido incendio, que devoraba altas torres y derrumbaba altos techos.
Ángel de Saavedra
No se podía hablar con los demás una palabra, pero esto no le importaba a él, que ya venía acostumbrado a tal silencio desde la vida en su pueblo. En una ocasión en que el humo era menos denso se le figuró ver...
Unas voces pasaron no lejos, desfiguradas, tenues; un frío le mordió del agua y gritó un grito que, a fuerza de terror, se le quedó en la boca. Hizo un movimiento y el líquido onduló en torno,
denso como mercurio.
Ricardo Güiraldes
Entonces Sarpedón arrojó otra reluciente lanza y erró el tiro, pues aquélla pasó por cima del hombro izquierdo de Patroclo sin herirle. Patroclo despidió la suya y no en balde; ya que acertó a Sarpedón y le hirió en el tejido que al
denso corazón envuelve.
Homero
Si observamos a un hombre que toma sus resoluciones de esta manera digna de notarse, sabemos que está resuelto, autónomo, digno de fe y enraizado en la realidad. Su sabiduría, alimentada por los consejos de los demás, puede compararse a las raíces de gran árbol de follaje espeso y denso.
La oropéndola da un denso grito de su garganta, tan musical que parece una esquirla arrancada al canto del ruiseñor, un son breve y súbito que un instante llena por completo el volumen perceptible del bosque.
Se trata de un ensayo muy denso en la ejecución, pero amplísimo en la proyección, para sistematizar los conceptos cardinales de todo Derecho, inclusive el penal y el político.
Cual en el vértice de un aéreo monte, perlúcido, un río brolla de su musgosa piedra, el cual, cuando desde un inclinado valle en picado llegó rodando, por mitad su camino transita de un denso pueblo, 60 dulce alivio para el viandante cansado en su sudor, cuando el grave estío los abrasados campos quebraja; e igual que en un negro tornado lanzados unos navegantes, más lenemente soplando un aura favorable les viene ya cuando su plegaria de Pólux, ya de Cástor han orado: 65 tal fue para nos de Alio el auxilio.
Y esa, cual todas las que en medio brillan del azul con sus chispas tachonado, cuando muere el mortal predestinado seguirá su camino sin cesar. No rasgues para mí tu denso velo, ¡lóbrego porvenir!
Tú mismo te empinaste hacia abajo, esotérico, con un hondo respeto de la tierra y diste a tus mil brazos aptitud atlética para recibir la crianza del trasatlántico, para prenderte a las orillas grandes ciudades que te caen como tributarios de vida, para ser el zaguán del mar, traficado por los gritos de la tierra que se echa a las calles del mundo. Denso, populoso, te caen y se te ahogan duras palabras engranadas en todos los idiomas del planeta.