Su primito Raúl va con él a París, a ver con él al hombre que llama a los pájaros, y la tienda del Louvre, donde les regalan globos a los niños, y el teatro Guiñol, donde hablan los muñecos, y el policía se lleva preso al ladrón, y el hombre bueno le da un coscorrón al hombre malo.
José Martí
Seturas pleiteaba con la desdeñosa tenacidad de todo buen montañés para quien nada supone el bollo cuando se trata del coscorrón: lo propio hizo su padre, muerto gloriosamente de un sofocón a la puerta de la Audiencia, por llegar a tiempo a presenciar la quincuagésima-octava vista del proceso.
Cuando le costaba un coscorrón un tropiezo, suspiraba, y, en vez de rascarse, se aseguraba bien las gafas, que a su juicio tenían la culpa de todo...
Leopoldo Alas
Pero don Pedro no era de los que se dejan engatusar con dedadas de miel, y le contestó al presidente: -Sabroso bocado es doña Francisca, hermosa como una perla, rica como una reina y con mucho señorío en la persona; pero perdono el bollo por el coscorrón, que en Dios y en mi ánima tengo jurado no renunciar a las gollerías de mancebo ni por todo el imperio de las Indias, amén de que entre el sí y el no de una mujer no pondría yo ni la punta de un alfiler.
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