A la reclamación que el país hermano formuló sin demora por tan brutal como inopinado ataque, correspondió el Encargado de Negocios en Buenos Aires, Mr.
La vida política de un pueblo marca la condición en que se encuentra; marca su nivel moral, marca el temple y la energía de su carácter. El pueblo donde no hay vida política, es un pueblo corrompido y en decadencia, o es víctima de una brutal opresión.
El odio como factor de lucha; el odio intransigente al enemigo, que impulsa más allá de las limitaciones del ser humano y lo convierte en una efectiva, violenta, selectiva y fría máquina de matar. Nuestros soldados tienen que ser así; un pueblo sin odio no puede triunfar sobre un enemigo brutal.
Esto nos permitió el comercio exterior, apuntalado por un mercado interno creciente y pujante, que no hace falta que les lea las estadísticas de consumo, basta salir a la calle, en cualquier lugar, en cualquier pueblo, en cualquier provincia, basta ver este fin de semana nomás, volcarse a nuestra sociedad a las playas, a disfrutar, a estar con alegría para saber que el mercado interno fue, precisamente, el que nos permitió sortear la brutal crisis que en el 2008 y en el 2009 se desplomó sobre todo el mundo pero que permitió...
Una risotada macabra y fugaz interrumpió la aparente tranquilidad de ese escenario y se fue perdiendo en un eco que se diluía en la distancia. Un brutal escalofrío recorrió mi cuerpo y mi corazón latió cada vez más fuerte, como nunca.
El Gobierno argentino ha recibido el día 16 de julio un mensaje de la Cancillería iraní que culmina expresando su intención de cooperar e iniciar un diálogo constructivo con la Argentina para ayudar a llegar a la verdad en relación con el brutal atentado cometido contra la mutual israelita el 18 de julio de 1994.
El día me cansa y me aburre. Es brutal y ruidoso. Me levanto con esfuerzo, me visto con desidia y salgo con pesar, y cada paso, cada movimiento, cada gesto, cada palabra, cada pensamiento me fatiga como si levantara una enorme carga.
Pero en una u otro las muchachas renovaron el lujo detonante de sus trapos, anidáronse la cabeza de peinetones, ahorcáronse de cintas -robado con perfecta sangre fría al hidalgo alcohol de su compañero, pues lo único que el mensú realmente posee es un desprendimiento
brutal de su dinero.
Horacio Quiroga
Allí estaba la
brutal revelación; la tierna esposa y el amigo íntimoen la sala de espectáculos, riéndose, con las cabezas juntas, de la confianza depositada en ellos...
Horacio Quiroga
Había tanta claridad que me entristecí y salí con el corazón algo ensombrecido por aquel choque brutal de luz en el oro de los balcones, por el destello ficticio de la enorme araña de cristal, por la barrera de fuego de las candilejas, por la melancolía de esta claridad falsa y crusa.
(37) Descubierta estaba, sí, Doña Luz y avergonzada, ¡Vergüenza centuplicada Por ser ella y ser alli! Su noble hermosura espuesta Con vilipendio brutal Al ojo y lengua carnal De la turba deshonesta...
¡En los edificios en llamas reconoció su propia casa! Durante un instante quedó estupefacto por la brutal revelación. Después se puso a correr en torno a las ruinas.