- El barrio Gobernador Piñero...
- El barrio Sabana Llana Norte...
La biblioteca social, el depósito de publicaciones y los viejos muebles se custodiaban en el sótano de una casa situada en barrio apartado del centro de la ciudad.
La silueta del edificio en construcción que sobresale de entre el caserío del
barrio es recortada por las últimas luces del día...
Antonio Domínguez Hidalgo
- Los sectores censales 24, 32, 33, 34, 35, 36, 37, 38 y 39 del barrio Santurce : los sectores censales 43, 65 y 68 del barrio Hato Rey Norte; del sector censal 43, se incluyen los bloques del 101 al 107, 201 al 206, 218 y 221 al 223; del sector censal 68 se incluyen los bloques del 101 al 118, 201 al 218, 301 al 319, 401 al 406, 410 al 414, 418 y 420 al 422; los sectores censales 44, 45, 62 y 63 del barrio Hato Rey Central, y los bloques 101, 103, 104, 105 y 106 del sector censal 61.01; los sectores censales 46, 47, 48 y 60 del barrio Oriente, y los bloques 101, 102, 103, 104, 105, 106 y 107 del sector censal 59.
eunidos en el patio de la casa, que inundaba la luna con sus argentados resplandores y una frondosísima dama de noche llenaba de cálidos perfumes, charlaban animadamente varios de los más caracterizados prohombres del barrio, entre los cuales oficiaba de pontífice máximo el señor Curro el Cotufas -decano de la gente de ácana del distrito-, un casi ochentón de tez rugosa y pelo blanquísimo, el cual en los momentos en que lo sacamos a escena decía a los que lo rodeaban: -Lo que yo sus digo, caballeros, es que lo que ha hecho el Tobi con su chanelo con Joseíto el Carambuco está pidiendo a voces que lo manden no a Ceuta ni a Melilla, ni al Peñón, sino a ca del veterinario a que le ponga dos pares de calzapollos.
- decía cinco minutos después Joseíto, mientras Cayetano, devorado por la impaciencia, desdoblaba el mantón a la luz de uno de los faroles del alumbrado público, en una de las calles más solitarias del barrio -, pos dí tú que este mantón vale catorce mil millones de veces más que el otro, como que más que mantón es un canasto de flores.
-preguntole la señora Rosario la Lechuguina, una de las más caracterizadas ex buenas mozas del barrio, hembra que apenas si conservaba ya huellas visibles de sus pasados esplendores.
Y momentos después salían del hondilón Antoñuelo y el de los Bigotes, dirigiéndose, cogidos del brazo, al saladero del Viruta, donde aguardaban al segundo, ya impacientes, los más caracterizados de los prohombres de pelo en pecho del barrio de La Muñeca.
Cuando los vecinos del
barrio pasaban por delante de la tienda del judío y veían por casualidad a Sara tras las celosías de su ajimez morisco y a Daniel acurrucado junto a su yunque, exclamaban en alta voz, admirados de las perfecciones de la hebrea: — ¡Parece mentira que tan ruin tronco haya dado tan hermoso vástago!
Gustavo Adolfo Bécquer
e vuelta a su casa, ya anochecido, don Julio Revenga -sentado en el tranvía del
barrio de Salamanca, metidas las manos en los bolsillos del abrigo gabán con cuello y maniquetas de pieles- rumiaba pensamientos ingratos.
Emilia Pardo Bazán
No era verdad; el vecindario de aquel pobre
barrio extramuros sabía que la bruja de la voz carrascuda, aun cuando tuviese el cuerpo muy lastrado de líquido, no se metía en realidad con nadie; pero andaba siempre alabándose de abofetear al uno y de destripar al otro.
Emilia Pardo Bazán