A veces pensamos que cuando ocurren cosas que no van de la manera correcta, pensamos que cuando usted no pasa el examen de la barra por primera vez - se me ocurrió, pero sólo tuve suerte, quiero decir, mi escritura era tan pobre el examinador bar dijo: " Acabamos de dejar al individuo a través .
Mi auxilio en este negocio es de ninguna consecuencia, porque yo no he de poder hacer más que Barra; y si yo hubiera creído que mi presencia allanaría dificultades que éste no pudiese vencer, desde el principio habría ido a hacer diligencias, sin tener consideración alguna al qué dirán en Chile.
Suscribió esta pieza don Pedro José Viera, el caudillo de Asencio, ya definitivamente alejado del núcleo artiguista entonces. Su prueba es la de 26 de agosto de 1812 y el lugar de redacción la históricamente inolvidable Barra del Ayuí.
2° Pasado mañana á las 6 de ella saldrá toda la división del general español que ocupa á Tampico de Tamaulipas en los mismos términos que queda indicado para la fuerza de la Barra y entregarán las armas, banderas y cajas de guerra en el cuartel subalterno de Altamira al mando del referido Exmo.
9° El teniente coronel jefe de la Plana Mayor de la División española queda encargado del cumplimiento de la capitulación respecto á la tropa que se halla en la Barra, por lo cual le franqueará el paso el genral que manda el punto llamado de Doña Cecilia.
Quien extiende cuanto más puede en panes la barra de oro, al paso que la extiende, la adelgaza, y de barra sólida que no se puede romper, la vuelve hoja que aun no se defiende de la respiración del que la mira.
Si besamos una
barra de hierro candente, nos produce la misma impresión que si besamos una
barra de hielo: ambas nos arrancan la piel de los labios.
Hans Christian Andersen
Y mientras la informe corriente de indescriptible color abandonaba el pozo, parecía flotar directamente hacia el cielo. El veterinario se estremeció y se acercó a la puerta para echar la doble barra.
… cosa que ocurre el 20 de marzo de 1827, los miembros de la “Sala” votaron a libro cerrado, el 31 del mismo mes entre aplausos de la barra, según el acta respectiva, la adopción por la Provincia de la malhadada Carta Política rivadaviana de 1826.
205.- Los que expidieren o ejecutaren la orden de atormentar a los presos o detenidos, con incomunicación por mayor tiempo que el señalado por la ley, con grillos, cepo, barra, esposas, cuerdas, calabozos malsanos, u otra tortura, serán reprimidos con prisión de uno a cinco años e interdicción de los derechos políticos por igual tiempo.
Ítem, se ordena y manda que las dichas Carnicerías donde se metiere la dicha carne para pesar, se limpie cada día y (se) barra de manera que acabada de pesar la carne no quede en la dicha Carnicería cosa sucia, y que los Cortadores tengan (por uso en) cada día sus delantales limpios de lienzo en que se limpien (los lavando siempre cada vez que fuere necesario cometerlo), y los tales Cortadores sean sanos sin lacerón, llagas, enfermedad, (por tanto) en lo cual han de tener especial cuidado y diligencia los Diputados que fueren, so la dicha pena.
Cuando leo poetas como Eduardo de la Barra, Rubén Da- río, Guillermo Prieto, Rafael Pombo ó Rafael Obligado, poetas con fisonomía propia, digámoslo así, se fortifica mi fe en que el dominio del porvenir literario está reservado para nuestra joven América.