¿Por qué queréis, por veleta tan mudable como la voluntad de un hombre, aventurar la opinión y la vida en las crueles manos de los hombres?
Onceavo (suprimido): Últimamente la experiencia de tantos males y calamidades en que se hallan envueltos todos los pueblos, en especial desde la desgraciada acción del 20 de julio en el Desaguadero, suministrará a los señores diputados considerable número de reflexiones para no aventurar la suerte del estado a la ligereza con que pensarán algunos fanáticos propensos a mover facciones que nos conducen precipitadamente a la ruina y hacen desgraciada presa de cualesquiera potencia, por nuestras continuas discordias y debilidades.
La plasticidad interna del relato, la maleabilidad de las situaciones, los personajes y los acontecimientos, resulta un magnífico crisol para aventurar sin mayores riesgos todo un taller o, si se prefiere, un laboratorio en el que los seres humanos ensayan su conducta en condiciones inmejorables para el experimento.
Juan hoy demolida, y que se descubrió casualmente hace dos ó tres años tratando de buscar una cañería; pero como no entró en él persona alguna, ni se hizo reconocimiento, no es facil aventurar conjetura alguna sobre datos tan vagos: quizá se nos proporcione algun dia ecsaminar dicho objeto personalmente, y entre tanto nos atreveremos á indicar la sospecha, de que esta obra pueda ser algun resto de la antigua parroquia de Santo Tomas que ecsistia en aquel barrio, al cual dejó su nombre, y fue demolida á fines del siglo XVI.
Una tarde en que con motivo de no sé qué fiesta hubo mantel largo en el refectorio de los juandedianos, se agarraron a trago va y trago viene el lego y el chuchumeco, y cuando aquél estaba ya medio chispo, hubo de parecerle a éste propicia la oportunidad para
aventurar el golpe de gracia.
Ricardo Palma
Pero no temo aventurar mi juicio anunciando que por la adopción del presente proyecto se desvanecerá mucha parte de las dificultades que ahora embarazan la administración de justicia en materia civil; se cortarán en su raíz gran número de pleitos, y se granjeará tanto mayor confianza y veneración la judicatura, cuanto más patente se halle la conformidad de sus decisiones a los preceptos legales.
Topamos a las ocho horas del día a un Fray Bartolomé, dominico, que venía en un caballo en gran diligencia la cuesta arriba, y nos dio nueva cómo el Lope Martín, paresciéndole que era juego de aventurar con decir quizá ganaré, y no sabiendo lo que aventuraba, había echado la puente el sábado en la tarde, e que aquella noche habían venido los enemigos y quemádola, y todos los amigos que la estaban haciendo con el Lope Martín se habían huido y estaba perdida e por allí no había remedio de pasar.
Luego miré a su cara, y descubrí en ambos lados de su nariz la señal de unas gafas a presión, todo lo cual me permitió
aventurar mi observación sobre la cortedad de vista y la escritura, lo que pareció sorprender a la joven.
Arthur Conan Doyle
La tierna esposa, entre tanto, queda en la soledad y en el abandono, y si á menudo se ve asediada por los pretendientes, imita á Penélope y aun se le adelanta, pues al cabo su marido, ni fué á pasar trabajos y á aventurar la vida en la guerra de Troya, ni de fijo, salvo raras y laudables excepciones, se muestra más fosco y zahareño que Ulises con las Circes y Calipsos que en mesones, hosterías, fondas y otras partes se le aparecen.
Tres años se emplearon en examinar la propuesta de Mena, y después de larga sustanciación, con que se ha formado un voluminoso proceso, salió este no conformándose con las condiciones que se le pusieron, no obstante que fueron las más racionales y precisas para no aventurar esta obra a un resultado perjudicial al público y sin arbitrio para poderlo reparar.
Los asombrados espectadores decidieron que no valía la pena esperar a que volviera a salir la luna para comprobar los efectos de aquel cataclismo en la granja de Nahum. Demasiado asustados incluso para aventurar alguna teoría, los siete hombres regresaron a Arkham por el camino del Norte.
Su interés era sacar partido del país, como le encontraron, sin
aventurar en especulaciones agrícolas unos fondos cuyos productos temían ellos no llegar a gozar jamás, ni cuidarse de que la devastación, el pillaje y el exterminio que señalaba todos sus pasos recavese injustamente sobre España, que debía recobrar con el oprobio aquel asolado país.
Andrés Bello