si hubiere perdido una estatua haría inmediatamente otra, tal cual este artífice en hacer amigos substituiría otro en el lugar del que perdió.
Y, porque temo interrumpir el paso hacia el campo buscado por el estudioso, en presente obra de talento, paciencia y buen juicio, la "Monografía Descriptiva de la Provincia de El Oro", calla mi voz para que mis manos se permitan levantar el telón, dejando en poder del público al artífice que me ha honrado con este prólogo...
omo se hablase de Benvenuto Cellini y alguien sonriera de la afirmación que hace el gran
artífice en su vida, de haber visto una vez una salamandra, Isaac Codomano dijo: —No sonriáis.
Rubén Darío
Quiso Dios cumplir mi deseo, y aun pienso que el suyo, porque, como comencé a comer y él se andaba paseando llegóse a mi y díjome: “Dígote, Lázaro, que tienes en comer la mejor gracia que en mi vida vi a hombre, y que nadie te lo verá hacer que no le pongas gana aunque no la tenga.” “La muy buena que tú tienes -dije yo entre mí- te hace parecer la mía hermosa.” Con todo, parecióme ayudarle, pues se ayudaba y me abría camino para ello, y dijele: “Señor, el buen aparejo hace buen artífice.
Dichas estas palabras, la divina entre las diosas introdujo a Tetis y la hizo sentar en un hermoso trono labrado, tachonado con clavos de plata y provisto de un escabel para los pies. Y llamando a Hefesto, ilustre
artífice, le dijo: — ¡Hefesto!
Homero
Nación soberana es aquella cuyo pueblo (El hombre individual y colectivamente considerado) es independiente y se desarrolla libre de toda imposición extraña, como el único artífice de su destino.
Pues todas las cosas perseveran, no por que sean eternas, sino por que están protegidas por el cuidado de aquél que las gobierna, pues a ser inmortales, no necesitarían defensa. Su artífice las conserva, venciendo con su fuerza la fragilidad de la materia.
¿Por qué, pues, siendo Dios, no fue justo en la distribución del hado, asignando a los varones buenos pobreza, heridas y tristes entierros? El artífice no puede mudar la materia: ésta es la que padeció.
Llamaron entonces a CHICOMECOATL (chicome: siete), la siete veces magnífica serpiente, la artífice dotada de excelencias creativas, la que hace que la tierra florezca y dé frutos; la energía creadora de bellas milpas, la tierra fértil; pero también, si ella así lo quería, de la esterilidad y el hambre.
Era un muy grande artista en todas sus obras y había descubierto también las varias clases de cacao, las diferentes especies de algodón y las piedras preciosas, las turquesas genuinas, el coral, los caracoles, las múltiples variedades de plumas que las aves podían ofrecerlos. Los utensilios en que comía, él los había hecho, puesto que también era un maravilloso artífice.
que es de mano superior, hecho por el pintor del Duque de Orleans, artífice de nombre, y que también estuvo en la exposición del Louvre.
Contempla la de los Encajes con indiferente expresión el golpe de vista que presenta la calle; su figura destácase en la riente penumbra como en ella colocada por la mano de un artífice, con su rostro atezado donde la juventud desborda en tersuras y en purpurinas florescencias, con sus ojos fulgurantes y lánguidos; con sus labios carmesíes y carnosos que siempre entreabiertos, dejan ver la dentadura, si desigual, limpia y como de marfil; con su pelo lacio y negrísimo partido en dos bandas sobre la frente y graciosamente recogido sobre la nuca; con su nariz que ligeramente arremangada da a su rostro apicarada expresión, lo mismo que los dos hoyuelos que al sonreír aparecen en sus bien curvadas mejillas.