Fue a buscar en la alacena una botella de curaçao, alcanzó dos copitas, llenó una hasta el borde, echó unas gotas en la otra, y, después de brindar, la llevó a sus labios.
Había llegado hasta la construcción, según lo que veía hacer a las golondrinas; fabricóse una choza y asimismo
alacena para las provisiones sobrantes, defendiéndola con una puerta, hecha de cañas unidas, para que ningún animal entrase en ella mientras él anduviese fuera, ocupado por otros quehaceres.
Abentofail
Era el interior una gran sala, con un tenducho de madera en el ángulo frontero a la puerta de entrada, el cual se cerraba como una
alacena y olía a ratones y a viejo.
Tomás Carrasquilla
Lo que solía hacer era abrir la
alacena de la cocina, sacar de su envoltura mantecosa la onza de chocolate y roerla, con ayuda de un vaso de agua.
Emilia Pardo Bazán
Atento a lo cual a vuesa merced suplica, señora madre rectora, se sirva admitirla en esa casa, alacena de doncellas en conserva, para que así pueda conseguir la verdadera vocación que tienen de llevar (cuando de este mundo salga) su virginidad fiambre y en cecina a la otra vida, que en ello recibirá merced y aun carmen, etcétera.
Que vengan las Fuñas y las Fanfarriñas, y Ñoño y Marroño y Tompo y sus niñas. "Ahora veamos qué tal la
alacena. Hay pollo y pescado, ¡la cosa está buena!
Rafael Pombo
Un domingo, sin embargo, como su madre hubiese salido a misa, vio Jacinta puestas las llaves del tocador, en el que guardaba, sin duda, preciosidades, pues ni aún entreabrirlo había consentido jamás la señora en presencia de la colegiala; y ésta, cual gatito que puede deslizarse en
alacena bien repleta de fiambres y quesos, diose prisa a huronear.
Emilia Pardo Bazán
Yo era muchacha del barrio, y me consta, y lo diré hasta en la hora de la muerte, que cuando registraron el cuarto de la San Diego halló el Santo Oficio de la Inquisición, encerrados en una
alacena, un conejo ciego, una piedra imán con cabellos rubios envueltos en ella, un muñequito cubierto de alfileres, un alacrán disecado, un rabo de lagartija, una chancleta que dijeron ser de la reina Sabá, y ¡Jesús me ampare!
Ricardo Palma
Los regalos fueron únicamente productos de su establecimiento, a saber: seis botes de azufaifas, un bocal entero de sémola árabe, tres colodras de melcocha, y, además, seis barras de azúcar cande que había encontrado en una alacena.
Cuando nacemos, nos regalas notas; después, un paraíso de compotas, y luego te regalas toda entera, suave Patria,
alacena y pajarera.
Ramón López Velarde
Afortunadamente para la proxeneta no pudo comerlas en el acto, por no contrariar los efectos de un medicamento que acababan de propinarla, y guardó el obsequio en la
alacena.
Ricardo Palma
Pero Sebastián encontró el libro en una
alacena, se lo llevó a su cuarto, y empezó a copiarlo a deshoras de la noche, a la luz del cielo, que en verano es muy claro, o a la luz de la luna.
José Martí