Mi trato de Bacas en Talca no se ha efectuado, por lo avansado del hibierno; si acaso Don Antonio Alcasar no tiene el conpleto de las reses que ha tratado, y no se hubiese ya ido fuera bueno verlo para que me admitiere ochenta o ciento de animales criollos y mansos que yo diera mosos a correspondencia del numero para su conducion tambien le pueden desir que Don Fernando Urisar me entregó una bolsa con dinero para que la entregase al referido don Antonio y que esta pronta o bien mande o de no la remitiré en primera ocasión segura: a la Rosita que me traiga un frasquito con espiritu que quedo en el estante.
Ser jubilado a esa edad y puesto en el estante debe de ser considerado más bien una adversidad que un favor, para las personas de disposición energética." "Mi querido Sr.
Quédese en buen hora para adornar las tablas del estante del estudioso...
En la Ciudad de Madrid, a diez y nueve días del mes de Septiembre de mil quinientos y noventa y cuatro años, ante el Licenciado Don Francisco Arias Maldonado, Alcalde de la Casa y Corte de Su Majestad, y por ante mí, Presidente, pareció Baltasar Zamán, estante en esta Corte y presentó esta petición y pidió lo en ella contenido y justicia.
En la Villa de Madrid a veinte y tres días del mes de Septiembre de mil y quinientos y noventa y cuatro años, en presencia de mí el Presidente, el dicho Don Baltasar Zamán, Cacique Principal, para la dicha información, presentó por testigo a Juan Fernández, Vecino de la Ciudad de Valladolid, estante en esta Corte...
Revolvió la señá Cipriana en un
estante, y cuando se volvió presentando la mercancía, un montón de guantes limpios con bencina, unos desaparejados, otros desgarrados, que solían comprarle los cocheros de punto para limpiar los metales de sus coches, vio que el mascarón se había quitado el antifaz, y era de recia contextura, guapo mozo, «un tipazo», como se dice.
Emilia Pardo Bazán
Vi que esa era toda su vivienda, pues tenía un lecho-diván, y los cepillos y betunes estaban escondidos entre los libros, detrás de un diccionario, sobre el estante más alto.
Cuando ella salía confiada -pues él había vuelto a colocar la careta en su sitio por si ella la echaba de menos- registraba, a su vez,
estante por
estante, cajón por cajón.
Emilia Pardo Bazán
Mi registro de anotaciones relativas a orientales en Bolivia no ha fichado todavía ninguno, ni como estante ni como transeúnte, en el lapso abarcado por los años 1792, 1793 y 1794, pero en 1795 y en 1796 me encuentro en él con cuatro nombres, tres de compatriotas y uno de un español que sirvieron a la causa americana desde puestos eminentes.
Cuando el enfriamiento era ya considerable colocaron el fragmento en un recipiente de cristal para continuar las pruebas Y a la mañana siguiente, fragmento y recipiente habían desaparecido sin dejar rastro, y únicamente una chamuscada señal en el estante de madera donde los habían dejado probaba que había estado realmente allí.
Don Baltasar Zamán, Cacique Principal de Charapotó y Jaramijó, Provincia de Puerto Viejo en el Perú, estante en esta Corte ante vuestra merced, parezco y digo que además de los papeles y servicios que tengo presentados ante el Rey, nuestro Señor, y su Real Consejo de las Indias, tengo necesidad de hacer probanza como el año de ochenta y seis entró Tomás Candí, inglés corsario, en la Mar del Sur; y el Visorrey, Don Fernando de Torres y Portugal, mandó dar aviso a toda la costa dio orden, como españoles y naturales saliesen a defender los Puertos de Manta; y yo, como celoso del servicio de mi Rey, vine al Puerto de Manta, con todos los indios a mí sujetos, que eran los que podían tomar armas, que fueron más de cien indios, muy bien armados.
No me paré a resollar ni tan siquiera un menuto, porque te corría prisa la caja, mujer. Decíame Ramón el de la taberna: «Hombre, echa un vaso, que un vaso en un
estante se echa».
Emilia Pardo Bazán