Una profunda inquietud enseñoreábase de su corazón, y un vago remordimiento de su conciencia; la tardanza de Joseíto habíale robado las escasas horas de reposo que la tos le concedía, al recordar el despecho de su hombre por no poder tenerla como a la flor en el tallo, y el juramento que le hiciera recientemente de satisfacer en breve plazo el capricho suyo que ella había cometido la torpeza de revelarle un día en que un ala del corazón hubiera dado por haber podido eclipsar con su lujo el de su vanidosa rival.
pagados sue sueltos; Y por ultimo, que todas sus fatigas van aser consagradas ala Patria, par quien y, para quien mucho deve escusarse y todo es poco; Y si llegase el remoto caso de salvarla de enemigos, en mi tendran el primer voluntario, el primer Capitan, y el mejor companero.
Quería decirles algo, no sabía cómo, pero algo que les diera a comprender a ellos toda la desdicha inmensa que pesaba sobre su vida; y permanecía así, de pie, triste, con el cubo negro de la caja de hierro ante los ojos, sintiendo que a medida que pasaban los minutos su espalda se arqueaba más, mientras que nerviosamente retorcía el
ala de su sombrero negro, y la mirada se le hacía más huida y triste.
Roberto Arlt
El derecho al sufragio no la arranca de la familia para llevarla ala política, sino que lleva al hogar la compenetración profunda de los grandes problemas nacionales y la reflexión diaria sobre los asuntos que a todos competen.
El palacio en que residía el gobernador era un edificio de vasta superficie, incluso comparado con instituciones de la misma naturaleza en Rusia, y la princesa disponía de toda un ala separada.
Después de una cita algo prolongada, subieron ambos; y superitando el último, por ser de más ala, venció al contrario que, con tres sacudidas, besó á su madre.
Entre aquella agua, y en lo más distante, esa ave taciturna ¿en qué medita? ¡No ha sacudido el ala un solo instante, y allí parece un vivo interrogante que interroga a la bóveda infinita!
Te cantó la Marsellesa, y tú besaste la pluma que se desprendió de su
ala; vino en todo el esplendor paradisíaco, y tú le volviste tal vez la espalda para contemplar el gorrión que tenía espuma dorada en las alas.
Hans Christian Andersen
El consejo en pleno aparecía sentado en sus poltronas de blandos almohadones, y el anciano Rey llevaba un vestido nuevo; la corona de oro y el cetro habían sido pulimentados, y todo presentaba aspecto de gran solemnidad; sólo la princesa estaba lívida, y se había ataviado con un ropaje negro como
ala de cuervo; se habría dicho que asistía a un entierro.
Hans Christian Andersen
Antonio María Alvarez, avanzó rápidamente sobre Ingaguasi, que ocupaba el Sargento Mayor Dn. Gregorio Araoz de la Madrid, ala distancia de dos leguas del Quartel de Culpina, donde se hallaba acantonado el Sor.
Esta es su libertad, ésta su elevación (Según los estoicos, el ala (fuego o aliento vital, parte de la esencia divina) al salir del cuerpo, volaba hacia el éter y se convertía en una de las estrellas, y así había de vivir hasta la conflagración que había de destruir el universo); de tanto en tanto es deseo de la prisión en que estaba retenida y se renueva en el cielo.
Por otro lado, en todas partes el ala terrateniente terminó por imponer su hegemonía, despojando al proyecto liberal de sus contenidos democráticos y auspiciando la integración de una nueva oligarquía, a escala nacional y no solamente local (Roca en Argentina, Porfirio Díaz en México).