Ningún reloj sonaba en los campanarios o en los monumentos. Pensé: «Voy a abrir el cristal de mi reloj y tocaré la aguja con mis dedos.» Saqué el reloj...
-Me sé de memoria -profirió con lentitud el Capitán, sin
abrir los ojos-, el Escalafón del Estado Mayor General del Ejército Español, inserto en la Guía de Forasteros y en él no figura, ni ha figurado en este siglo, ningun General Barbastro.
Pedro Antonio de Alarcón
¡Tampoco figura este condado en la Guía de Forasteros! -murmuró borrosamente el Capitán, sin
abrir los ojos. Y luego, sacudiendo de pronto su letargo, y llegando hasta incorporarse en la cama, dijo con voz entera y vibrante, como si ya estuviese bueno: -¡Seamos claros, señora!
Pedro Antonio de Alarcón
-¡Entre usted con cinco mil de a caballo! -gritó el Capitán, loco de alegría, corriendo a
abrir la puerta y olvidando todas las alarmas y reflexiones-.
Pedro Antonio de Alarcón
Mas como la hambre creciese, mayormente que tenía el estomago hecho a más pan aquellos dos o tres días ya dichos, moría mala muerte; tanto, que otra cosa no hacía en viéndome solo sino abrir y cerrar el arca y contemplar en aquella cara de Dios, que ansí dicen los niños.
Desde allá y de atrás, acechó a su compañero; pero Podeley yacía de nuevo de costado, con las rodillas recogidas hasta el pecho, bajo la lluvia incesante. Al aproximarse Cayé alzó la cabeza, y sin
abrir casi los ojos, cegados por el agua murmuró: -Cayé...
Horacio Quiroga
¡Eh, muchachos! Decir Parrón estas palabras y rodearme una nube de trabucos, todo fue un
abrir y cerrar de ojos. - ¡Jesús me ampare!
Pedro Antonio de Alarcón
Corresponderá archivar las actuaciones y, en su caso, reponer al juez suspendido, si transcurrieren ciento ochenta días contados desde la decisión de abrir el procedimiento de remoción, sin que haya sido dictado el fallo.
En ese momento se separó una de las cortinas y entró De Jacquels. ¿De Jacquels? No había oído llamar a la puerta, ni tampoco abrir. ¿Cómo había entrado en mi apartamento?
dicha propiedad si no cumpliese durante los cinco años las condiciones señaladas. Podrá cortar en terrenos baldíos madera para combustible, y abrir minas de carbón de piedra y aprovecharse de ellas.
Es deber de la comunidad contribuir al desarrollo y perfeccionamiento de la educación; 11º.- La libertad de enseñanza incluye el derecho de abrir, organizar y mantener establecimientos educacionales.
Siguió un largo silencio, y Alicia sólo pudo oir breves cuchicheos de vez en cuando, como «¡Seguro que esto no me gusta nada, señor, lo que se dice nada!» y «¡Haz de una vez lo que te digo, cobarde!» Por último, Alicia volvió a abrir la mano y a moverla en el aire como si quisiera atrapar algo.