En cuanto supo Víctor que el distinguido académico de la Historia, señor Carrasco, y su esposa iban a baños a un puerto muy animado y pintoresco del Norte, dio una palmada de satisfacción, aplaudiendo la feliz casualidad de ir todos con igual destino; él también iba a veranear aquel año en Z...
Acaso, cuando vuelva él de veranear ó de bañarse en algunos baños de su mundo, encuentre ya el nuestro desolado y hecho ruinas, y extinguida nuestra efímera raza.
Su cuarto de sirvienta se repoblaba de fantasmas insinuantes, sentada en una butaca forrada de seda de color de cocodrilo, recibía a sus amigas que venían a despedirse para irse a «París de Francia» y hablaba de noviazgos. «Su mamá no le permitía este verano ir a
veranear a X...
Roberto Arlt
Mira que yo no puedo más. Si esto continúa, el año próximo, ¡a
veranear a Biarritz!... Y don Juan, que está encantado de su quinta, ante la amenaza, agachó la cabeza...
Emilia Pardo Bazán
Gracias a mí, sus oídos se inundaron de música, en el Teatro Real y en los conciertos, y su vista gozó de las playas orladas de espuma y de los bosques rumorosos, cuando la hube enviado a
veranear, porque la encontraba paliducha y decaída.
Emilia Pardo Bazán
Gregorio Pérez y otros varios monjes de Huerta y antiguos colonos del monasterio, me asegura que en los veinte años que lleva de poseer propiedades en aquellas inmediaciones y
veranear durante largas temporadas en el monasterio, jamás ha oído tal rumor, ni lo oyó al párroco D.
Vicente de la Fuente
XI «Esto necesita campo», se dijo Gertrudis, a indicó a Ramiro la conveniencia de que todos ellos se fuesen a veranear a un pueblecito costero que tuviese montaña, dominando al mar y por este dominada.
Este año, 8,5 millones de chilenos pudieron veranear, lo que casi duplica el número de veraneantes de 2009, y el número de viajes de chilenos al extranjero creció en casi 50%, bordeando los cuatro millones de viajeros.
Y también en turismo, en turismo que realmente le voy a pedir al ministro de Turismo que publique esta encuesta, muy interesante acerca de las expectativas de la gente, dónde quería veranear y bueno un 71 por ciento – espontáneamente – contestó en la Argentina y un 23 por ciento en el exterior.
El señor tenía otras estancias al norte, más lindas y seguras, donde iba a veranear con la familia; y a nosotros, como de lástima, nos visitaba a cada muerte de obispo.
Nueve años antes, casi niños ella y yo, una tarde deliciosa, una tarde del trópico, de esas que convidan a soñar y a amar con el aroma de las brisas tibias y la frescura que cae del cielo, sonrosado por el crepúsculo, volvíamos por un camino estrecho, sombreado de corpulentos árboles y encerrado por la maleza, al pueblecillo donde salía a veranear su familia.
Sabía yo que mi paciente se había resistido con toda energía a ir a
veranear con su suegra y había logrado por fin eludir la temida compañía alquilando, hacía pocos días, una casa de campo en un lugar muy lejano a la residencia de aquélla.
Sigmund Freud