n geometría, la trisectriz de Maclaurin es una curva cúbica notable por su propiedad de treisctriu, lo cual quiere decir que se puede usar por trisecar un ángulo.
Se demuestra que trisecar un ángulo o duplicar un cubo necesita de polinomios que no tienen esa forma, y por lo tanto, es imposible con la sola ayuda de la regla y el compás trisecar un ángulo cualquiera o duplicar un cubo.
Se ha demostrado que algunos problemas geométricos de construcción clásicos, como trisecar un ángulo cualquiera o duplicar el volumen de un cubo cualquiera, no se pueden resolver utilizando regla y compás, pero se pueden resolver bastante fácilmente con unos pliegues de papel.
Tienen en común ser de resolución imposible: está matemáticamente demostrado que no se puede cuadrar el círculo, ni duplicar el cubo, ni trisecar el ángulo, ni trazar un heptágono regular usando exclusivamente la regla y el compás idealizados de la geometría griega.
Se aporta como dato el ángulo a trisecar (las dos rectas que lo forman, o puntos que permitan trazarlas) y se consideraría resuelto el problema cuando se traza un ángulo cuya apertura es un tercio de la del ángulo dado.
Entre sus aportaciones figuran una útil innovación para extraer la raíz cúbica de un número de más de tres cifras que simplifica el engorroso procedimiento común; da una construcción para trisecar el ángulo más sencilla que la de Juan Caramuel; sistematiza en forma pedagógica no superada, los Elementos de Euclides, y anticipa el concepto original de centro mínimo de un sistema de puntos que conduce a la resolución de multitud de problemas, lo que utilizará cuatro años después Giovanni Ceva para establecer su famoso Teorema de Ceva sobre transversales.
Cabe notar que, como no se puede trisecar un ángulo sólo con regla y compás, no se puede construir el triángulo de Morley con dichas limitaciones.