25 años de la tertulia de los martes, Segovia, 2007); Francisco Molíns (La tertulia, 1994); José Martínez Arenas (La tertulia del bar Lauro, 1963); Pablo Beltrán de Heredia (El doctor Díaz Caneja y su tertulia, 1990), Martín López-Vega (Tertulia Oliver, Gijón, 1995); Francisco Umbral (La noche que llegué al café Gijón); Alfonso Reyes (Tertulia de Madrid, 1949); Carlos Muñoz (El Trascacho, historia de una tertulia literaria, 1981); José Miguel Torres Medina (Mi tertulia y su entorno.
En su Decálogo del buen bailarín, difundido en la sala El Trascacho de Barcelona en 1951, Vicente Escudero dejó claro lo que el consideraba fundamental para su estilo de bailar: El fuerte contacto que mantuvo con el arte vanguardista en París también había dejado una notable influencia en su estilo y forma de bailar.
Entre los cuarenta y los sesenta formó parte del círculo cultural de Eugenio d'Ors en la Academia del Faro de San Cristóbal y en la tertulia Trascacho.