Estas esposas son consideradas como altamente ineficientes en relación al coste, ya que no permiten ser aflojadas y es necesario cortarlas para tomar las huellas dactilares al detenido o permitirle ir a hacer sus necesidades corporales.
A principios de octubre, el Gobierno francés declaró su intención de tomar las huellas dactilares de todos aquellos que aceptasen ayuda financiera para volver a su país.