Max Müller y otros filólogos del siglo XIX teorizaron que el término arya era usado como una autodescripción de los proto-indo-europeos, quienes eran a menudo referidos en esta época como los "arios primitivos".
Es conocido por su apetito voraz y su capacidad de establecerse en nuevas aguas, reemplazando rápidamente a otras especies. Los investigadores teorizaron que la introducción de esta especie en el parque ocurrió durante el huracán Andrew en 1992.
Hermenéuticos como Wilhelm Dilthey teorizaron en detalle entre la distinción entre ciencias naturales y sociales (Geisteswissenschaft), mientras que los filósofos neokantianos como Heinrich Rickert sostenían que el ámbito social, con sus significados y simbolismos abstractos, es incompatible con los métodos científicos de análisis.
Entre quienes mejor teorizaron sobre los vínculos que unen las ideas políticas y sociales con la literatura está Lucien Goldmann y su propuesta de sujeto colectivo.
El término ario derivaba de los que hablaban los idiomas indoeuropeos que ocupaban la antigua Irán y el valle del Indo, un hecho que resultaba problemático en la ecuación con el término “blanco”. No obstante, de 1880 algunos escritores teorizaron que los primeros arios vinieron del Norte de Europa.
Adorno, Frenkel-Brunswik, Daniel Levinson y Nevitt Sanford teorizaron acerca de un tipo de personalidad que hacía referencia al "individuo potencialmente fascista", al cual etiquetaron como "personalidad autoritaria", basándose en escritos anteriores de Erich Fromm, que ya empleaba este término.
Los críticos felicitaron el mensaje inspirador de la canción, pero muchos teorizaron que las letras se dirigían al divorcio de Carey con Nick Cannon, aunque ella había declarado que no fue necesariamente sobre su vida personal.
En esta corriente, Judith Becker y Alton L. Becker teorizaron existencia de "gramáticas" musicales en los estudios de la teoría de la música gamelán.
Unos investigadores de la Universidad de Alberta teorizaron en 2007 que el DCA podría tener beneficios terapéuticos contra muchos tipos de cáncer.
Se escribieron un gran número de obras técnicas: los tratados médicos hipocráticos, el primer libro de urbanismo escrito por Hipódamo de Mileto, Damón y Glauco de Regio escribieron tratados de música, Sófocles escribió una monografía sobre el coro, el escultor Policleto y el pintor Parrasio teorizaron sobre su técnica.
Los autores teorizaron que la reducción de peso necesaria fue lograda por la estructura interna de los huesos craneales, la cual estaba llena de pequeños fosos y huecos (alvéolos) de más de 10 milímetros de largo, separados por una matriz de puntales de hueso increíblemente delgados (trabéculos), una característica también hallada en algunas partes de los huesos alares de Hatzegopteryx.
Desde la Edad Media, se entendió el cáliz como símbolo parlante: calice = Galice, sobre lo que luego teorizaron numerosos autores europeos de los siglos XVI al XVIII, y de ello se hizo eco luego el romántico gallego Manuel Murguía.