En la primera mitad del siglo XV el lugar aparece registrado en el libro de vecindades de Valencia como las Tascas del Puig, nombre que recibe también el plano de Abraham Ortelius, del siglo XVI.
No obstante, su obra más difundida se centra en el costumbrismo de los rincones más típicos de Jaén, destacando su dibujo de las tascas y el paisanaje de las calles del centro.
Los caracoles a la madrileña es un plato típico de los bares y tascas de la culinaria madrileña. Se trata de un plato cuyo principal ingrediente son los caracoles que son cocidos a fuego lento en un caldo de carne concentrado.
En la actualidad la viticultura va en retroceso debido a la fuerte bajada de los precios de la uva, lo que está provocando el resurgir de viñas, así como los Tabancos o Tascas, que son bodegas donde particulares elaboran y venden sus propios vinos del año, el llamado "mosto".
El grupo Los +Turba2 inicia la procesión de San +Turbadín a media tarde del viernes; con el nombramiento del «hermano +turbado», título que corresponde a un carnavalero destacado; a continuación, saliendo de la Plaza Mayor y realizando un particular viacrucis por distintas tascas de la ciudad, van procesionando los seguidores, ataviados con disfraces religiosos, al son de una charanga.
Entre abril y agosto se pueden degustar muchos de estos platos en las populares tascas de la Feria, con una capacidad total de más de 2.000 personas que se acomodan en el paseo ferial y donde es complicado encontrar mesa en las noches de los fines de semana.
Es en esta época de finales del XIX cuando proliferan las botillerías en la Cava Baja. Era muy frecuente en las tascas el cartel que decía: «Las comidas están dentro, por el calor».
Los platos principales más populares en los bares y tascas madrileños suelen proceder de otras regiones españolas, adoptando en Madrid un carácter propio: Cocido madrileño: estofado de verduras y carne muy popular, que aparece frecuentemente en el menú de los martes en los restaurantes de la capital.
El escenario de las Tascas de la Feria es el emblemático Paseo de la Feria, explanada de grandes dimensiones situada en pleno centro de la ciudad, en el barrio Feria de la capital albaceteña, y uno de sus ejes de mayor actividad económica por la gran cantidad de acontecimientos que tienen lugar en este entorno a lo largo del año.
Según algunos autores, Madrid es cocina fruto de las prisas de las tascas y figones, de platos elaborados rápido y mostrando sabores para ser acompañados con vinos de la región.
Según esta ordenanza, las calles Isaac Peral y Barracas, conocidas popularmente como "las Tascas" por los diversos bares que se sitúan en la zona, fueron declaradas "Zona Acústicamente Saturada" (ZAS) al superarse los 65 decibelios.
Las Tascas de la Feria ofrecen los productos típicos de La Mancha. El plato estrella son los caracoles. Otros clásicos son los cascos de patata, el forro, los pinchos morunos, los chorizos, las morcillas, las guarras, los suspiros con jamón, el lomo de orza, la oreja, el pisto manchego o los bocadillos y montaditos, entre los que destaca el famoso mancheguito.