Dicha sala está hoy adornada, además de con el valioso altar, con un techo dorado y unas paredes tapizadas que muestran varios escudos, los de los almirantes de la flota española con el de Cristóbal Colón en el centro.
Un P-38L fue modificado en la India por Hindustrian Aeronautics como un transporte rápido VIP, con un asiento cómodo cerca a la nariz, paredes tapizadas con cuero, acomodamiento para bebidas y una nariz traslúcida para darle al pasajero una vista espectacular.; Luftwaffe.
Frente al retrato de la primera dama Coolidge, destacan dos sillas de alto respaldo, realizadas a principios del siglo XIX y tapizadas en tonos marfil y verde musgo.
A principios del siglo XX hubo una gran redistribución de obras dentro del museo: se crearon salas especiales para varios pintores, entre ellas una sala para las naturalezas muertas de Meléndez. Como la sala era muy pequeña parecía que las paredes estuvieran tapizadas de pinturas.
También encontramos bromeliáceas terrestres como el chaguar; Sida argentina, Portulaca grandiflora, Justicia echegarayi, etc.; Estrato epifítico y muscinal: Algunas especies epifitas medran entre las ramas tapizadas de líquenes, entre estas destacan varias especies de claveles del aire como Tillandsia duratii, lorantáceas, Usnea barbata, etc.; Estrato escandente: Sobre las ramas de los árboles penden enredaderas, y lianas, entre las especies más frecuentes encontramos a diversas especies de pasionarias y la zarzaparrilla blanca, etc.
Durante la época de Lincoln, las paredes estaban cubiertas de mapas de la Guerra Civil. Las paredes estaban tapizadas de color verde oscuro, con una alfombra del mismo color.
Se encuentra en la esquina noroccidental del segundo piso del edificio, con vista hacia el patio de las cocheras. Sus paredes tapizadas de terciopelo amarillo con borduras de oro le dan el nombre tradicional.
Sus paredes están tapizadas con damasco carmesí y contiene el retablo mayor, obra de Juan de Juni, que fue trasladado desde la cercana iglesia de La Antigua, la sillería y un facistol del siglo XVII, obra de Cristóbal Ruiz de Andino.
Sus bases de planta mixtilínea, tapizadas de ladrillos exagonales con empalmes de cal, su ornamentación se produce en ambos campanarios ambientando con un fuerte y cálido colorido.
Dentro del santuario existen salas completamente tapizadas de éstos exvotos creados por los fieles, donde dan su testimonio sobre milagros realizados por el Santo Niño de Atocha.
Las fachadas clasicistas y más bien sobrias contrastan con los lujosos interiores del museo: paredes tapizadas, suelos y zócalos de madera, techos con bóvedas y relieves...
Los cuadros se presentan en pequeñas salas intimistas, que respetan la ambientación palaciega antigua: suelos de parqué, paredes tapizadas con telas de seda...