Esta conducta que es el común asilo de príncipes inertes o malignos, formaría quizá un acopio de fondos capaz de subvenir a las urgencias del día; pero no pudiendo ejecutarse las nuevas imposiciones sino a costa de sacrificios insoportables, sufrirían los contribuyentes males mayores que los que se intentaban evitar, y la bondad de V.
Como supe la muerte del Marqués, mi señor, hice sus honras y cabo de año lo mejor que me dio lugar la posibilidad: quisiérala tener tan grande, que en ello se pudiera dar a entender las grandes proezas y hazañas que en la vida hizo a su Majestad. Siempre terné memoria de subvenir a su ánima con sufragios.
;Artículo 273 Habrá además un fondo permanente de escuelas depositado a premio o en fondo público de la Provincia, el cual será inamovible, sin que pueda disponerse más que de su renta para subvenir equitativa y concurrentemente con los vecindarios, a la adquisición de terrenos y edificios escolares.
Si contásemos en nuestro país con uno de esos Laboratorios de Eugenesia y Biometría -tan en boga en Norteamérica, Inglaterra, Suecia, Alemania, Noruega y en la Rusia sovietista de ahora -donde se registran y analizan convenientemente todos los sucesos biosociales de natalidad, mortalidad, morbosidad, vida media y epidemiología que afectan a los productores de ambos sexos, podríamos demostrar, matemáticamente, que la ración ordinaria y no siempre segura de los obreros españoles no basta a subvenir a las necesidades fisiológicas de su desgaste habitual y que nuestro régimen capitalista es culpable del aniquilamiento físico y degeneración ética de nuestra raza.
El cese de su actividad estuvo relacionado con el de la actividad de toda la Internacional, así como con la victoria temporal del oportunismo en el movimiento obrero inglés.- 265, y, por último, subvenir a los gastos necesarios para estos diferentes trabajos.
Si es tal la pobreza, la indigencia de un gran número de municipalidades para subvenir a los importantes objetos de diaria atención que nuestra ley fundamental encarga a su cuidado, fácil es colegir lo poco que puede esperarse de ellas para el alivio de calamidades extraordinarias, que las abruman con exigencias imprevistas al mismo tiempo que menoscaban sus escasas entradas; de lo que nos ofrece un triste ejemplo la ciudad de Ancud, que apenas recobrada de un incendio fue otra vez presa de las llamas el 10 de enero de este año.
En la ciudad de Santiago de Chile, a veinte y dos de julio de mil ochocientos catorce, los señores del Muy Ilustre Ayuntamiento se reunieron en su sala capitular, en consorcio de los tres comisionados de la obra del canal de Maipo, para tratar el modo y las ventajas con que podría realizarse el plan de la venta de los regadores de agua para que su producto en las actuales circunstancias y en la suma pobreza en que se halla el tesoro público, sin poder subvenir a los urgentes e indispensables gastos de las tropas y otras atenciones...
La deuda del seis por ciento, la del tres por ciento, reconocida y consolidada en la caja del crédito público, y la del cuatro por ciento creada para subvenir en parte a las necesidades de la última guerra, han seguido satisfaciéndose con la mayor exactitud, y el valor de los fondos públicos ha subido en una progresión continua y rápida.
¿Cómo fiar en la promesa del emperador, cuando el mismo imperio, en los desastres de la guerra y para subvenir a sus necesidades, enajena y vende los lugares puestos bajo la protección del águila?
Se determinarán los salarios equitativamente por acuerdo entre la Potencia detenedora, los internados y, eventualmente, los patronos que no sean la Potencia detenedora, habida cuenta de la obligación que tiene esta Potencia de subvenir gratuitamente a la manutención del internado y de proporcionarle la asistencia médica que su estado de salud requiera.
La pensión a la vejez constituye un derecho para el que llegue al límite de la edad productiva, después de larga permanencia en el país y carezca de recursos para subvenir a sus necesidades vitales.
Con el último bocado volvió al taburete y a los zapatos, pensando en aquellos dos seres a cuyo mantenimiento difícilmente podía subvenir el remendón aunque trabajase desde el amanecer hasta la noche.