- Con los repiques (romeras) - (Clip de sonido para RealPlayer). - Mis recuerdos de Charamusco (soleares) - (Clip de sonido para RealPlayer).
Durante la mutación al cuadro segundo la orquesta sigue interpretando música con un pequeño preludio que da paso a las soleares de la gitana.
A los 13 años empezó a tocar una guitarra que le regaló su primo. Aprendió con vídeos, empezó con soleares, con flamenco, con Gipsy Kings.
Manuel Machado, continuó en algunos aspectos la tarea de su padre como divulgador y renovador del folclore popular y el «cante hondo». Su producción poética abunda en estructuras idóneas para el cante: coplas, seguidillas, y soleares.
Núñez de Prado, en su obra Cantaores Andaluces, le dedica un capítulo en el que glosa su cante por soleares y su vida "Esclava del amor", del que transcribimos el siguiente párrafo: "Ella siente el Arte como el corazón que más lo sienta, concibe la belleza como el cerebro constituido para concebirla mejor, siente las grandiosidades de ese arte, como el alma que con más intensidad pueda sentirlas, pero su corazón, su cerebro y su alma, absolutamente humanos, en toda la hermosa acepción de esta palabra, sólo ven en su arte un vehículo para enviar desde sus entrañas al infinito toda la expresión de su exquisita ternura, de sus ansias de goces, de sus sueños de amor, de su ambición de cariño.
La idea inicial de Antonio Mairena era grabar seguiriyas, soleares, alegrías, bulerías y tangos, pero la discográfica le obligó a grabar fandangos y cuplés por bulerías, por ser estilos que estaban más de moda.
Dotado de un talento muy plural, fue uno de los mejores en casi todos los palos del flamenco: las seguirillas, las bulerías, las soleares, los martinetes, las sonás o las saetas, cantándolo todo con especial maestría, enriqueciendo sus cantes con tanta personalidad que muchos de ellos han pasado a la historia siendo conocidos como "los cantes de Tomás Pavón".
Braceo armonioso y, como mantiene Matilde Coral, los «brazos redondos», «si es por alegrías, hacia fuera; si es por soleares o seguiriyas, hacia dentro, con la cabeza al lado del corazón».
El reloj posee la peculiaridad de que, en lugar de dar campanadas, toca los cuartos y las horas con el sonido de una guitarra construida por Manuel Reyes Maldonado y tocada por el guitarrista Juan Serrano a ritmo de soleares.
En 1959, con 68 años, se presentó al Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba, en el que obtuvo los premios correspondientes a los palos de siguiriyas, soleares y tonás.
ESTRIBILLO ESTRIBILLO Si vas a Sepulcro-Hilario (bis) En este pueblo castizo (bis) Por las fiestas de San Blas siempre reina la alegría Vas a pisar mucho barro y se canta por flamenco Pero te divertirás mejor que en Andalucía Aunque cojas un catarro fandangos y soleares Que ya se te curará...
En flamenco: tanguillo, alegrías, farruca, tango de Cádiz, tarantos, serranas, siguiriyas gitanas, soleares, caracoles, fandangos por verdiales, y hay que reseñar de una manera especial la caña, creación que perfeccionará a lo largo de los años, para llegar a ser uno de los números más perfectos conjuntados.