Entonces tuve la idea de que un inmenso jarrón se había ido llenando silenciosamente y ahora dejaba caer el agua con pequeños ruidos intermitentes.
Y ambas ilustres comadres se dirigieron hacia el patio, y deteniéndose ambas ante la entornada puerta, ambas a la vez asomaron silenciosamente la cabeza, y -Pero, señá Pepa, seña Pepa -exclamó en voz baja y con expresión de asombro la señá Rosalía.
EL ECLIPSE Qué lástima me da ese hombre! Siempre parado
silenciosamente en esa esquina suplicando una limosna o alguna ayuda... ¡Cómo duele!
Antonio Domínguez Hidalgo
Pero el momento presente no permitía entregarse a lamentaciones, ya que casi en el mismo instante uno de los policías les llamó silenciosamente la atención sobre algo terrible que estaba sucediendo en el interior de la habitación donde se encontraban.
Observaba muy atentamente una espada y otras armas que, colgadas en la pared, reflejaban los destellos de la lumbre, y luego contemplaba silenciosamente al caballero.
-advirtió el rey a su hija, la cual, con los ojos bajos, las manos oprimiendo el agitado seno, los labios cerrados, escuchaba la sentencia
silenciosamente.
Emilia Pardo Bazán
Dolores lloraba silenciosamente pensando en Pepe, en el hombre de sus amores, y llorando y pensando en él seguía, citando los rítmicos acordes de una guitarra diestramente tañida llegaron a sus oídos; era Antonio el Casero el que la tocaba; Antonio el Casero, que, acompañándose a maravilla, cantó con acento dulce y bronco y primoroso estilo: ::Toíto te lo consiento ::menos faltarle a mi mare, ::que a una mare no se encuentra ::y a ti te encontré en la calle.
Comuniqué la nueva a Eyzaguirre, candidato nato a una partida semejante; avisé también al cojo Videla, uno de los muchachos más buenos y traviesos que he conocido, y -como habíamos tenido tiempo de prepararnos- el sábado, a las nueve de la noche, dejando cada uno en la cama respectiva (felizmente no estaban todas en el mismo cuarto) un muñeco con una peluca de crin, nos pusimos
silenciosamente en marcha, a través de los potreros, llenos de un loco entusiasmo, y forjando conquistas a millares.
Miguel Cané
Taman, el dueño del tabuco, que bebía su café
silenciosamente, remató el diálogo con estas palabras, al tiempo que acariciaba la nuca de su sobrino: -Este precioso niño no se equivoca nunca.
Roberto Arlt
Galones ganados heroicamente A Bolivia, englobados en los cuerpos militares que salen sucesivamente de la esforzada capital porteña desde la época florida de la “expedición de unión de las Provincias interiores”, hasta la tremenda de los desastres irreparables de Vilcapujio, Ayohuma y Sipe-Sipe, fueron muchos uruguayos. Algunos ingresaron a la patria silenciosamente, como habían partido de ella.
Y Orfeo fue en adelante el confidente de sus soliloquios, el que recibió los secretos de su amor a Eugenia. «Mira, Orfeo –le decía silenciosamente–, tenemos que luchar.
Y ni la vaca que en ellos se refregaba, ni las críticas de Fortunato atajaban, en su marcha de relámpago, las noticias, buenas o malas, importantes o nimias, comerciales o políticas, que, por el hilo, sin cesar, silenciosamente vuelan.