Á su favorita esclava, Á la linda Berenguela que al punto repuso altiva con noble ardor y entereza: En poco tengo, Señora, tus riquezas y las mias, tu peregrina hermosura, y mi belleza espresiva; mis deslumbrantes tisúes, tus sargas y cachemiras, tus odoríferos baños, y tus desnudas mesquitas, y los mios y los tuyos tesoros y pedrerias.
Se han conservado, en cambio, dos de las sargas que lo cubrían, faltando la del lado del Evangelio, adquiridas en 1949 a las monjas de Santo Domingo el Real por el Museo del Prado junto con otras trece depositadas todas ellas en el monasterio de Santa María del Parral, de las que alguna más podría también pertenecer a Urbina.
Rasgos semejantes se encuentran en las sargas actualmente conservadas en el monasterio de Santa María de El Parral, ejecutadas en torno a 1570, en las que se percibe un interés por la anatomía tomado de Miguel Ángel, evocando en la escena de la Flagelación la figura del Cristo Resucitado de Miguel Ángel para Santa María sopra Minerva.
Según Ceán Bermúdez, en 1547, con residencia en Valladolid, contrató la pintura de cinco sargas cuaresmales para la Capilla del Obispo de Plasencia, aneja a la parroquia de San Andrés de Madrid, de cuyo retablo se hizo cargo Francisco Giralte.
Bien conservadas todavía en tiempos de Ceán, se trataba de sargas de anjeo de gran tamaño pintadas al claroscuro, sin más color que el de las carnaciones y con hasta nueve motivos bíblicos y evangélicos en cada una de ellas, enmarcados en arquitecturas jónicas.
Lo que de su producción se conoce pertenece ya a fechas avanzadas, no antes de 1565 o 1570, momento al que corresponden el Abrazo ante la Puerta Dorada y el Salvador bendiciendo de la capilla Sarmiento de la catedral de Burgo de Osma, y las sargas del monasterio de Santa Cruz de Segovia, depositadas por el Museo del Prado en el monasterio de El Parral.
De su estilo es una sarga de 7,90 cm de alto por 3,10 cm de ancho ingresada en 1936 en el Museo Municipal de Madrid, con un Descendimiento de la Cruz cobijado bajo un frontón clásico, con dos niños desnudos sobre la cornisa sosteniendo una guirnalda y una calavera. Aunque de procedencia desconocida, pudiera tratarse de un fragmento de las sargas pintadas para esta Capilla del Obispo.
La seda se teñían en una amplia variedad cromática y con ellas se tejían tafetanes lisos, listados o a cuadros, terciopelo sargas, cintería, galones, etc.
Debido a la grandeza de Raja Prithu(पृथु), el planeta entero fue conocido como Prithvi ("Tierra").La cita necesitada El trabajo famoso de Kalidasa, Raghuvansh (sánscrito: रघुवंश, Raghuvaṃśun) narra la épica del Raghuvanshi en 19 sargas (cantos).
La Santa Capilla se cerraba por un magnífico cimborrio labrado y en su interior contenía varias sargas góticas que hoy se conservan en el Museo del Pilar.
La lana del país, de cierta aspereza pero de gran resistencia, permitía la tejedura de tafetanes y sargas que también podían ser con mezclas de lino o algodón.
Tengo fábricas de paño, De lana, raso y de seda, Fundas, damasco, persianas Y otras exquisitas telas Donde se visten los reyes Y los hombres de altas prendas Las fábricas de sayal, De añascados y otras telas, Bayetas y tafetanes, Es todo bien de mi cuenta. También tengo para pobres Otras fábricas diversas De
sargas y paños pardos Y lienzos de mil maneras.
Anónimo