Aduciendo la falta de numerario White solía pagar los sueldos en mercaderías, que él mismo comerciaba y valuaba a precio de mercado, con lo cual ya obtenía diferencia. Como los tripulantes precisaban hacerse de efectivo revendían al mismo White o sus testaferros la mercadería a menor valor.
C., se inicia un comercio regular entre los romanos y Asia, marcado por el deseo de los romanos hacia ese tejido llegado de Extremo Oriente como era la seda que les revendían los partos.
Paños semielaborados llegaban de Flandes y de Francia, y el alumbre para la tintura del Levante: con éste los florentinos refinaban y teñían los tejidos hasta transformarlos en preciosas prendas que revendían al exterior a precios notablemente mayores.
La disparidad entre el valor aparente de la pintura y el pobre estado de la familia superviviente de Millet fue un gran impulso en la invención del droit de suite, que pretendía compensar a los artistas o sus herederos cuando sus obras se revendían.
En la actualidad, el Gobierno de la Ciudad ha reorganizado la feria, recuperando los artesanos cuyo trabajo es original y desafectando a aquellos que no poseían un nivel artístico alto o bien, revendían productos de terceros.
Fugl y Jorgensen comercializaban los productos que traían de Buenos Aires en el campo a cambio de cueros, plumas y cerdas, que a su vez revendían en la pulpería de Domínguez, quien los contactó con unos estancieros dedicados a la siembra de trigo.
Esas expediciones al sudeste de Asia ayudaron a sobrevivir al puesto comercial inglés durante algún tiempo, pues en esa época la madera de sappan la revendían con un margen de beneficio del 200%; aun así el puesto dio en quiebra debido a los elevados gastos que suponía su mantenimiento.
Surgieron las compañías de colonización, creadas para promover la colonización en Brasil, que compraban tierras baratas y las revendían caras a los colonos.
Sin luchas, eran los propios mercaderes moros o negros los que vendían esclavos a los portugueses — que, luego los revendían a los europeos.
Y es que los moradores y dueños de la casa eran tratantes, como allí se dice, en alhajas, plata y muebles, y (adelantándose a los modernos chamarileros) solían hacer viajes a las aldeas y pueblecillos, trayendo objetos de mérito y valor, que
revendían ventajosamente, en Marineda y en Estela, a la aristocracia de los caserones blasonados que aún hoy se ven en las hermosas calles de la ciudad antigua.
Emilia Pardo Bazán
Los jenízaros terminaron por preferir los «londrins» provenzales a los paños de Salónica, cuya calidad no había cesado de deteriorarse, y revendían a bajo precio los lotes distribuidos por el estado.
Algunos tubos alcanzaban precios considerables: Ismenias pagó 7 talentos por un par de tubos. Así sucedió que los artistas confeccionaban sus propios instrumentos o los revendían.