Los dos grandes cubos sirven de marco y punto de máxima atención del cuerpo central, que se encuentra ligeramente retranqueado, respecto a la alineación de aquellos y se remata en un arco escarzano que cobija el monumental escudo y la cuidada portada.
El resto de la fachada, al igual que las otras dos, tienen un lenguaje y cromatismo común, combinando los parámetros de ladrillo con los detalles ornamentales en piedra variando la decoración por plantas y unificando todo el edificio con las impostas, la cornisa con canecillos en forma de ménsulas y la balaustrada que lo remata y enmascara el ático que está retranqueado a la segunda crujía.
Corona la portada un cuerpo triangular retranqueado a modo de hastial, proporcionado por la configuración de las cubiertas de la iglesia.
El conjunto lo conforman dos viviendas adosadas de dos plantas con ambas puertas de acceso insertas en un hueco retranqueado en la fachada.
El cuarto piso se encuentra retranqueado respecto a los anteriores, en sus muros se abren vanos adintelados, asimétricos y de diferentes medidas.
Villajos proyectó un inmueble en estilo neogótico que contaba con sótano, planta baja, dos alturas y sotabanco retranqueado generando una azotea, con un único acceso desde el paseo de Recoletos.
El edificio está retranqueado con respecto a los circundantes; contiene un fuerte simbolismo, principalmente de inspiración egipcia.
El lateral izquierdo de la torre se continúa en un cuerpo saliente de menos altura, que se une a otro retranqueado y con el mismo tipo de vanos.
El edificio estaba retranqueado de la alineación 5 metros, añadiendo luego 4 metros de soportal, que permitía distanciarlo de la calzada, a la vez que se ajustaba a la fuerte pendiente de la calle 23, de esta manera el soportal se convertía en una amplia galería, que dividía el basamento del cuerpo de oficinas.
Su emplazamiento es el punto de partida en la disposición general del edificio, resuelto en una resolución simétrica, en esquina, y con una torre en la bisectriz del ángulo que forman sus dos fachadas. Su alzado se desarrolla en sótano, planta baja y siete pisos, el último retranqueado.
A ambos lados, los huecos de las ventanas están colocados juntos dentro de un panel ligeramente retranqueado, de tal manera que hay tres planos en la fachada.
Los cinco niveles superiores presentan, a excepción del ático retranqueado, regularidad en sus elementos compositivos: los vanos adintelados, recercados y de idénticas dimensiones, se distribuyen sobre los cinco ejes descritos, precedidos por balcones de obra con frente moldurado y balaustrada de fundición decorada con formas curvas y motivos vegetales, cuyos ornamentos varían en altura; en la primera planta se dispone un balcón corrido, mientras que las superiores presentan balcones individuales unidos por una línea de imposta.